Trasmediterránea canceló el tercer ro-ro a Navantia por «una bajada de la demanda»
No será la última vez que se oiga esta razón para la cancelación de un pedido a una empresa, cualquiera que sea su ámbito de negocio. La compañía naviera Acciona-Trasmediterránea explicó ayer que la anulación del tercer ro-ro que le iba a construir Navantia se debe a «una bajada de la demanda». Fuentes de la constructora naval señalaron que la decisión se ha tomado de mutuo acuerdo -si no hubiera sido así se habría dilucidado la cuestión ante los tribunales-. También apuntaron que el astillero público percibirá una compensación económica por la anulación de este importante pedido. No obstante, este punto está acogido a una cláusula de confidencialidad y ninguna de las partes aclaró a cuánto ascenderá la penalización a la que tendrá que hacer frente Trasmediterránea.
Actualizado: GuardarDesde Navantia se apuntó que la cancelación se este proyecto se ha producido «en el mejor momento posible en el que podría haber sucedido». Las mismas fuentes explicaron que la construcción de los otros dos buques ro-ro que se lleva a cabo para la naviera del grupo Acciona en la factoría de Matagorda arrastran un retraso de seis meses. La compañía pública aseguró que, para asegurar el mantenimiento de la actividad, se desviará el trabajo que se iba a realizar para este barco que ya no se construirá para sacar adelante otros programas que están atrasados. «De esta forma se compensarán los retrasos y se mantendrá la misma actividad», aseguraron fuentes de Navantia.
Industria auxiliar
Los comités de empresa de un grupo de compañías que forman parte de la industria naval auxiliar emitieron ayer un comunicado conjunto en el que expresaban su preocupación por cómo afectará a los trabajadores de estas firmas la cancelación de este buque -el presidente del centro de Navantia en Puerto Real, Ramón Linares, apuntó el miércoles que podría dejar 200 puestos en el aire-. En el comunicado hacen un llamamiento a las administraciones para que se impliquen y difunden que han acordado dejar de hacer horas extra los viernes y sábados y llaman a los empleados de Navantia a hacer lo mismo. Asimismo, plantean la posibilidad de realizar paros, «si no se dan soluciones». La Federación de Empresas del Metal, que confirmó que se pueden perder 200 puestos, también manifestó su preocupación en otro comunicado.