Cómo mantener el software malicioso bajo control
Prevenir la entrada de virus y troyanos en el Pc es una tarea sencilla si se siguen una serie de recomendaciones
Actualizado: GuardarPrevenir los ataques de virus informáticos es una tarea sencilla que, no obstante, sigue siendo la asignatura pendiente de muchos usuarios y empresas. En líneas generales, proteger los equipos del software malicioso pasa por tomar una serie de precauciones elementales.
La primera, y quizá la más importante, es mantener actualizado el sistema operativo del ordenador, sea Windows, Linux o un OSX de Apple. Los sistemas operativos no son perfectos y es común que aparezcan agujeros de seguridad que son detectados con el tiempo. Los fabricantes de software tapan esas grietas mediante actualizaciones que deben ser descargadas e instaladas por el usuario. La actualización suele ser automática, pero se da el caso frecuente de sistemas operativos piratas que no pueden efectuar este proceso, dejando el ordenador a merced de todo tipo de malware.
Si actualizar el sistema operativo es importante, lo mismo puede decirse de los programas antivirus. Cada día se crean virus nuevos y de poco sirve tener instalado un programa antivirus si no se actualiza periódicamente su base de datos. Este proceso se realiza generalmente a través de Internet y permite que el antivirus sea consciente de las nuevas amenazas que surgen en la Red. Además de actualizar el software, es importante utilizar contraseñas fuertes. Muchos virus están diseñados para intentar averiguar contraseñas cotejándolas con datos del usuario. Dejar la contraseña de fábrica o poner la fecha de nacimiento o el nombre de la mascota puede acabar llenándonos el ordenador de virus. Se recomienda utilizar contraseñas poco evidentes y cuanto más largas, mejor.
En lo que respecta al uso de Internet, tampoco conviene abrir correos electrónicos o descargar y ejecutar archivos adjuntos de procedencia dudosa. Muchos virus no entran en el sistema sino que son invitados por usuarios incautos que pinchan en enlaces de correos basura o abren archivos aparentemente inocuos, pero de procedencia dudosa. Aparte de permitir la entrada a virus revelar nuestras contraseñas y datos personales en la Red puede acarrear un serio perjuicio. Es mejor no revelar dígitos como los de nuestra cuenta bancaria, salvo en páginas web de confianza.