Grande-Marlaska abre un juicio oral contra Barroso por un delito de injurias a la Corona

El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha dictado la apertura de juicio oral en la causa contra el alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), por un delito de injurias graves al Rey, al calificarlo de «corrupto» en un discurso pronunciado el pasado 14 de abril de 2008.

En un auto hecho público ayer, Grande-Marlaska, que ha adoptado esta decisión a instancias de la Fiscalía -que reclama una multa de 10.800 euros para Barroso-, requiere al alcalde que preste una fianza de 12.000 euros en un plazo de veinticuatro horas para asegurar así las responsabilidades civiles. De no ser abonada esta fianza, el juez podría dictar un embargo contra el regidor.

Será el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional, cuyo titular es el magistrado José María Vázquez Honrubia, el órgano competente para juzgar al alcalde de Puerto Real por no superar la pena por el delito de injurias graves al Rey los dos años de cárcel.

Además, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de este tribunal da un plazo de diez días a la defensa del acusado para que formule escrito de conformidad o disconformidad con la acusación y proponga las pruebas que considere oportunas, y le advierte de que de no presentar dicho escrito en ese tiempo se entenderá que se opone a los hechos imputados y el procedimiento seguirá su curso.

Las manifestaciones por las que Barroso se sentará en el banquillo las pronunció durante un discurso con motivo del aniversario de la proclamación de la Segunda República en el que aseguró que «el Borbón es el hijo de un crápula», «hijo de una persona de condición licenciosa, deplorable, deleznable, no menos licenciosa que la de su esposa».

Barroso continuó diciendo: «Si algo había que aplicarle, sería la ley de extranjería, y no a ningún emigrante que viene a construir este país; es algo de lo que nos debemos avergonzar». El regidor «retó» a los medios de comunicación a publicar «la condición corrupta del Jefe del Estado».

Cuando el alcalde de Puerto Real acudió el pasado 27 de octubre a declarar a la Audiencia Nacional, aseguró que «en este país no se puede hablar del Rey, ni de sus negocios, ni de sus socios, ni de la fortuna de origen desconocido» porque, según dijo, «el Rey es inimputable, inviolable e incalificable»