Esgrimen el fallo del Supremo para evitar otra absolución del 'caso Semilla'
Un vecino de Sanlúcar, apodado el chuki, ha sido el siguiente procesado del caso Semilla que se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial, acusado de un delito contra la salud pública al encontrarle en su domicilio un bote con 9,8 gramos de cocaína y otro con 260 gramos de hachís.
Actualizado:Su procesamiento es similar al de otros implicados en esta operación. El testigo protegido, que ayer declaró por video conferencia y se ratificó en sus declaraciones durante la investigación, dio su nombre, aunque ayer decía que lo conocía por oídas, y el juez instructor procedió a autorizar un registro domiciliario donde la Policía halló la droga. Sin embargo, en el juicio celebrado ayer hubo una importante novedad, un instrumento que esgrimió el fiscal para reforzar su acusación.
Sacó la última sentencia del Tribunal Supremo que ha ordenado la repetición de un anterior juicio del mismo procedimiento en el que fue absuelta una familia de Sanlúcar. Los magistrados consideraron indicio suficiente para autorizar un registro las confesiones de un testigo protegido, en este caso un narco arrepentido que fue apresado con dos kilos de cocaína.
Ese argumento del Supremo fue enfrentado al planteamiento de la defensa del acusado, que volvió a repetir las pautas de anteriores abogados personados en la misma causa: extralimitación del juez instructor en sus competencias territoriales, falta de motivación del auto que ordenaba el registro domiciliario y deficiencias groseras en la instrucción; para terminar pidiendo la anulación del registro y la libre absolución de su cliente. Éste negó que se dedicara a la venta de drogas y que los estupefacientes que le encontraron en su casa era para consumo propio.
El fiscal rebajó de cuatro a tres años su petición al reconocer que el proceso había sufrido dilaciones.