Desde la distancia
Los norteamericanos residentes en Rota, tanto dentro como fuera de la Base Naval, vivieron una jornada pegados a la televisión lamentando no poder presenciar un «momento histórico» Se reunieron con familiares y amigos para ver la investidura en sus domicilios
Actualizado:A pesar de que están a miles de kilómetros de su país, los norteamericanos asentados en Rota, tanto dentro como fuera de la base naval, vivieron con la misma intensidad que sus paisanos en Washington la toma de investidura del nuevo presidente de los EE UU, Barack Obama. No rompieron sus tareas cotidianas para llevar a cabo una celebración especial en la localidad, aunque todos reconocían que se trataba de un «momento histórico», optando por compartir con familiares y amigos el cambio de inquilino en la Casa Blanca. El televisor se convirtió en el mejor aliado para no perderse ni un gesto del primer presidente negro de su nación.
La «esperanza» y la «alegría» eran los términos más escuchados en las inmediaciones de la Base Naval de Rota, sobre todo porque esperan que Obama traiga una nueva forma de hacer política y solucione los problemas en los que está sumergido el país, siendo la crisis y los conflictos abiertos las principales preocupaciones para unos ciudadanos que viven desde lejos la expectación que genera su nuevo presidente. Al menos, los estadounidenses que residen en Rota afirman que ya sienten un cambio en la actitud de sus vecinos con respecto a la imagen que proyecta América. La llegada de Obama a la Casa Blanca no sólo ha llenado de optimismo a EE UU sino que también toca a aquellos que decidieron cruzar el charco. De hecho, la mayoría considera que el nuevo dirigente es el «mejor cualificado» para gobernar el país.
Ayer era un buen día para sentirse orgulloso y en la cara de los norteamericanos en Rota se observaba, sobre todo porque al pronunciar el nombre de su nuevo presidente mostraban una sonrisa. Para ellos era necesario que se produjera un cambio en la forma de hacer las cosas y eso representa Obama.