Pere Navarro durante la intervención. / Efe
siniestralidad vial

Tráfico asegura que «lo normal» sería un repunte en la mortalidad después de cinco años de bajadas

Pere Navarro ha evitado hablar de "éxito" en la disminución de fallecidos en las carreteras durante 2008, ya que "el número de muertos jamás baja sino que los nuevos se suman a los que ya hay"

MADRID Actualizado: Guardar
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El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha afirmado hoy que "lo normal" es que, después de cinco años descendiendo las cifras de mortalidad en la carretera, "lo normal" sería que se produjera "un repunte", pero se ha mostrado optimista a "medio o largo plazo" y no ha descartado llegar a conseguir acercarse a las cero muertes en 2025 ó 2030.

En una entrevista concedida a EuropaSur, el máximo responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT) afirma que "en todos los países europeos, después de tres o cuatro años -de bajadas- se produce un repunte que, aunque menor, no deja de ser un repunte", por tanto, en España, "sería lo normal", aunque garantizó que Tráfico trabaja "para que no se produzca".

Preguntado por el límite mínimo de muertos en las carreteras españolas que aspira a conseguir la DGT, Navarro aspira acercarse a las cero muertes y ha dibujado un futuro en que "la carretera esté dotada de una tecnología que hable con el vehículo, de manera que, aunque se produzca el fallo humano, puede haber un accidente pero que no se cuente por muertos". "Esto es un horizonte tecnológico no imposible a medio o largo plazo", ha subrayado.

Navarro, que ha evitado hablar de "éxito" en la disminución de muertes en las carreteras durante 2008, ya que, según ha apuntado, "el número de muertos jamás baja sino que los nuevos se suman a los que ya hay", se ha quejado de que el "error" en España consiste en "buscar siempre culpables" en lugar de pensar en "qué se puede hacer para mejorar".

Por otro lado, el director de la DGT se ha referido al sistema de velocidad variable instalado en algunos accesos de Barcelona y ha señalado que "lo más lógico" es que a la entrada de las ciudades "se creen unos anillos a 10 ó 15 kilómetros que sirvan de transición para ir reduciendo progresivamente la velocidad". "Suena raro que pases de ir a 120 kilómetros por hora en una autopista a entrar a 50 al llegar a la ciudad", ha añadido.