No te vayas todavía
La aspiración de un gran número de españoles es encontrar trabajo, pero hay otros, cuya cifra no es inferior, que habiéndolo encontrado lo que desean es abandonarlo. Abundan las vocaciones de jubilados anticipados, lo que no deja de ser una manifestación de precocidad. Personas maduras, pero sin tirar todavía a podridas, creen que la felicidad se aproxima a quedarse en casa y no tener nada que hacer, ni siquiera discutir con ese compañero de oficina que siempre cree que lleva la razón y dice que el Barcelona juega este año mejor que el Madrid.
Actualizado: GuardarEn vista del cúmulo de aspirantes a desertores, el Ministerio de Trabajo va a proponer a la mesa de diálogo social reformar algunos puntos de los Expedientes de Regulación de Empleo. Se trata de evitar que a los 48 años haya gente que huya del mercado laboral. Si seguimos con el sistema actual pronto tendremos los jubilados más jóvenes del mundo, del mismo modo que aquel circo anunciaba los enanos más altos, que eran unos señores absolutamente normales, pero eso sí, muy bajitos.
Quizá este adelanto de la fecha de caducidad en el tajo provenga del descrédito del senior, también llamado carroza, retal, reliquia y, según El tocho cheli de Ramoncín, también conocido por don Ramón Martínez Márquez, galápago y gansipedo. Creo que los prófugos se equivocan.
Los sueldos encogen. No digamos los sueldecitos. La edad no hace al tiempo, pero sobre todo no hace a la experiencia. ¿Qué hubiera sido de los pasajeros del Airbus A320 que logró amerizar en aguas del río Hudson? El nuevo héroe americano ha tenido la suerte de que su proeza no admita competencias en otros países. Con su edad y cuarenta años de servicio le hubieran mandado a su casa, quitándole el trabajo, y la gorra.
