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EL RAYO VERDE

La sorpresa de la Aduana

La decisión de la Junta, y del PSOE, de no demoler la Aduana sorprendió esta semana a cuantos considerábamos que el acuerdo estaba ya tomado y que el plan de la Plaza de Sevilla, que contempla su derribo, era firme. El convenio fue suscrito por las administraciones competentes después de grandes polémicas y retrasos. Todo parecía indicar que la Junta y el PSOE daban largas a los dirigentes del Foro Salvemos la Aduana y a la Academia de Bellas Artes y que el informe estaba encargado 'ad hoc' a unos historiadores desconocidos para justificar que no se catalogara BIC, que era la estrategia decidida por el grupo ciudadano capitaneado por José Ramón Pérez. Hay declaraciones, incluso, de las responsables sucesivas de la Delegación de Cultura que desestimaban cualquier esperanza en este sentido.

LALIA GONZÁLEZ SANTIAGO
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La lógica derivada de la opinión de prestigiosos expertos en arquitectura y urbanismo, incluso la lógica política del partido socialista, hacía pensar que no había nada que hacer: el edificio es una mala muestra de arquitectura franquista y está mal situado, entorpece los planes de movilidad para el gran intercambiador que Obras Públicas prevé en la plaza de Sevilla y «mata» la pequeña joya que es la antigua estación, cuya puesta en valor como centro comercial y de ocio, a la imagen de lo que han hecho otras ciudades, mejoraría en mucho la oferta gaditana, tan necesitada de este tipo de espacios.

La sorprendente decisión del PSOE se justifica, por una parte, en la existencia de un nutrido grupo de ciudadanos -el Foro, el Ateneo, las academias, los dos o tres mil firmantes-, que demandaban mantener el edificio, y en que por el contrario no hubo sociedad civil que se pronunciara por su derribo. Así me lo dicen y así lo cuento, pero darlo por bueno supone mandar a la gente a las barricadas, entrar en una dinámica social muy peligrosa, que socava la credibilidad de los acos administrativos, pues no se podrá dar por supuesto que los convenios firmados se cumplen. ¿Habría, pues, que haber constituido el «Foro Al C... la Aduana», como algunos querían hacer?

La pura realidad, en contra de lo que dijo la delegada Yolanda Peinado, es que se trata de una decisión política y no técnica que busca poner piedras en el camino al Ayuntamiento de Cádiz en sus propósitos de llegar al 2012 con la tarea hecha en la Plaza de Sevilla. En buena parte es una respuesta a la actitud beligerante de Teófila Martínez hacia las demás administraciones y hacia la oposición municipal y a su táctica de apropiarse de todo lo que hacen los demás, que evita que los ciudadanos, o al menos una gran parte de los votantes, lleguen a visualizar las inversiones que el Gobierno y la Junta realizan en Cádiz con la esperanza, evidente, de ganar su favor de cara a las urnas. Es también una manera de «ponerle tarea» a la alcaldesa, que, hábilmente, ha querido lanzar la pelota al tejado de la Junta...

Pero nada de eso justifica, a mi juicio, el cambio de opinión en esta cuestión concreta que, quiera o no Pérez Peralta, es relevante. A los ciudadanos de Cádiz les importa, sea para estar a favor o en contra. Pudo verse estos días en la participación de los usuarios de lavozdigital. Bendita movilización en la capital de la desidia.

Pero hay más sorpresas: Por ejemplo, la rapidez de Cultura, tan lenta de habitual para proteger el patrimonio gaditano (véase la cantidad de irregularidades que se producen sin que le tiemble una pestaña, el caso del patio de Ruiz de Bustamante, las banderolas en las fachadas del casco histórico, el aire acondicionado en Santa Cruz, el nuevo pavimento sin autorización de la Comisión de Patrimonio); su negativa a hacer público el informe técnico, que hay quien asegura que no existe; sorprenden algunas opiniones ambiguas o ausentes...

Cabe felicitar por último al Foro Salvemos la Aduana, aunque no se compartan sus posiciones. Pero no pueden dejar de notar, con la alegría de la victoria, un regusto agridulce. Muchos sentimos que más que el bien de la ciudad han primado otro tipo de razones. Y así, no.

lgonzalez@lavozdigital.es