ESPAÑA

El PNV desaloja a ANV del ayuntamiento de Azpeitia

Grupos de radicales chocan con la Ertzaintza a las puertas del consistorio

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El PNV recuperó ayer la alcaldía de la localidad guipuzcoana de Azpeitia al prosperar la moción de censura contra el alcalde de Acción Nacionalista Vasca por su negativa a condenar el asesinato del empresario de la localidad Ignacio Uria. Lo hizo gracias al voto favorable de uno de los dos ediles de Eusko Alkartasuna; el otro votó en contra. El pleno extraordinario estuvo presidido por la tensión y los insultos de grupos de radicales, lo que obligó a la Ertzaintza a disolver a militantes de la izquierda 'abertzale' y proteger al nuevo regidor.

Un mes y medio después del asesinato de Uria, que no fue condenado por el equipo de gobierno en manos de ANV, la formación radical perdió la alcaldía de Azpeitia. Como estaba previsto, la moción de censura contra el alcalde Iñaki Erraskin salió adelante con los votos a favor de los ocho concejales de PNV y uno de EA. El representante de Aralar se abstuvo y los seis de ANV y el otro de EA votaron en contra. Este último concejal reconoció que había desobedecido la orden de su partido de apoyar la censura desde el convencimiento de que «las mociones de censura no traen la paz».

La votación dio paso a la toma de posesión del nacionalista Julián Eizmendi como alcalde y permitió al PNV recuperar uno de sus feudos tradicionales, arrebatado en las pasadas elecciones por la unión de ANV, EA y Aralar, a pesar de ser el partido más votado con diferencia sobre el segundo.

Frente al ayuntamiento se celebró una concentración convocada por la formación radical en la que tomaron parte decenas de vecinos que se situaron tras una pancarta con el lema en euskera 'Nosotros los de izquierda y 'abertzales', adelante' portada entre otros por el todavía alcalde, Iñaki Erraskin.

Los concentrados corearon diversas consignas a favor de ANV en las que tildaron de «ladrón», «español» y «carroñero» al PNV. Desde la formación nacionalista se replicó con consignas de recuerdo a Ignacio Uria y en contra de los asesinatos. Los gritos se repitieron una vez iniciada la sesión y arreciaron en el momento del relevo al frente del Ayuntamiento. El nuevo alcalde, que no pudo dirigirse a sus vecinos, se mostró dispuesto a alcanzar «todos los acuerdos posibles» que permitan gobernar el Ayuntamiento y demandó «respeto para la nueva mayoría». Erraskin, el alcalde relevado, adelantó que ANV «no va a cambiar de estrategia» y apostó por la consecución de «un acuerdo para solucionar el conflicto».

Finalizado el pleno, los incidentes se trasladaron a las inmediaciones del consistorio, donde la Ertzaintza tuvo que cargar para disolver a los radicales que impedían la salida del nuevo alcalde y de sus concejales.