El fútbol toma la palabra en el Bernabéu dos días después de la salida de Calderón
El ex presidente se despidió ayer de la plantilla merengue, que hoy recibe al colista Osasuna
Actualizado:Después de una semana convulsa, marcada por el enésimo escándalo extradeportivo que acabó con el mandato de Ramón Calderón, el fútbol vuelve a ser protagonista en el Bernabéu, al menos por unas horas. Tras el apresurado traspaso de poderes entre el presidente saliente y el nuevo, el naviero valenciano Vicente Boluda, llega la hora de los profesionales, del juego, de los puntos en litigio, de lo que más interesa a una afición blanca harta ya de estar harta de una crisis institucional que no se apaga desde la huida de Florentino Pérez hace tres años. Llega Osasuna, el colista, de la mano de José Antonio Camacho, un madridista empedernido que sabe cómo motivar a su tropa para no arrugarse en este escenario, tal y como ya demostró en su etapa al frente del Espanyol.
El entrenamiento a puerta cerrada dispuesto por Juande Ramos para ayer en Valdebebas comenzó con retraso a causa de la visita de Calderón para despedirse. Acompañado por Pedja Mijatovic, un director deportivo en la cuerda floja, el secretario técnico, Miguel Ángel Portugal, y el director de la cantera, Javier Lozano, el ex presidente agradeció a la plantilla la lealtad y el esfuerzo mostrados durante su mandato. Les pidió que sigan en la misma línea y se mostró esperanzado ante la Liga de Campeones y la desesperada carrera lejos del Barça. Se fue Calderón del vestuario y llegó Boluda, quien apeló a la cohesión y compromiso del grupo y prometió que a partir de ahora el palco estará calmado.
Raúl, el indiscutible capitán, confía en que las aguas vuelvan a su cauce, que la directiva y el entorno recuperen la unidad perdidas. Aplazó a las futuras elecciones para que los socios tomen la palabra y decidan, ya que, al fin y el cabo, entiende que el Madrid les pertenece.
Tras el entrenamiento, Juande Ramos tomó la palabra para intentar quitar hierro a la crisis y recordar que «la calma llega sólo con los buenos resultados». Y el Madrid, que pierde a Guti para un mes por una lesión muscular, acumula tras victorias consecutivas y, además, sin encajar ni un gol. Pese al revuelo semanal, el técnico manchego ve al equipo «en perfecto estado, mentalizado y preparado para acortar distancias si el Barcelona falla». Dicho lo cual, confió en que los azulgrana muestren algún síntoma de distracción o desfallecimiento.