«La actual situación le devuelve el mango de la sartén a las empresas»

-¿Qué hace exactamente una compañía de 'cazatalentos'?

-Nos encargamos de seleccionar personal cualificado para otras empresas. Realizamos un proceso totalmente objetivo y profesional en el que los candidatos no son los conocidos o amigos de nadie, sino los más capacitados para el puesto que el cliente necesite cubrir.

-Para encontrar lo que buscan, ¿se limitan a recibir currículums o salen a por el candidato ideal?

-Utilizamos los dos conductos. Disponemos de cuatro herramientas para encontrar la persona con el perfil que demanda nuestro cliente: anuncios en prensa escrita, en internet, una base de datos propia que cuenta con 575.000 currículums y la búsqueda directa, también conocida como head hunting. Cuando trabajamos con este método buscamos en las empresas a los profesionales más apropiados para cada puesto que puedan demandarnos. La gran mayoría de nuestros candidatos se encuentran en activo.

-¿Qué necesita un desempleado para encontrar un nuevo puesto?

-No hay varitas mágicas, pero hay claves. Una de ellas es tener disposición para la movilidad geográfica; si esta es una cuestión importante siempre, en estos tiempos de crisis que corren la flexibilidad en este aspecto adquiere una dimensión aún mayor. En segundo lugar, hay que formarse en aquellos ámbitos en los que se tenga un déficit de conocimientos y en los sectores que se identifiquen como emergentes, así como en idiomas. La actitud también es importante, el desempleado tiene que plantearse qué es lo que puede aportar él al mercado, detectar la demanda que pueda haber y ser capaz de ofrecer sus servicios.

-¿Por qué una empresa recurre a una consultora como Michael Page International?

-Porque hemos profesionalizado los procesos de selección de personal y lo hacemos de forma totalmente objetiva.

-¿Es la crisis un río revuelto en el que una firma de 'cazatalentos' pesca sus mejores peces?

-Sí y no. Las cosas han cambiado. Ha habido varios años en los que el candidato era el que tenía el poder de elección. Un directivo recibía varias llamadas de distintas consultorías y, claro, se crecía y pedía 10.000 euros anuales sobre su salario sólo para sentarse a negociar las condiciones. La crisis, sin embargo, ha hecho que este poder vuelva a manos de las empresas, que son las que ponen ahora las condiciones.

-¿Se han endurecido las condiciones de contratación a causa de la conyuntura económica?

-Sí, las empresas aprovechan la situación actual para llevar a la baja sus ofertas económicas a los candidatos. En los tiempos de bonanza de años anteriores se producían incrementos salariales que no estaban justificados. Las aguas han vuelto ahora a su cauce.

-Como consultor, ¿dónde considera que se encuentran los principales yacimientos de empleo?

-Las energías renovables tienen futuro, así como el sector energético en general. Otros ámbitos de negocio que siguen fuertes son las tecnologías de la información, la aeronáutica y el agroalimentario.