Refuerza las defensas

Son por ello especialmente aconsejables los alimentos ricos en vitamina C, que favorecen la producción de interferón en las defensa celular, como cítricos, kiwi, tomate, hortalizas de hoja verde; vitamina A, que mejora la respuesta linfocitaria, y que se encuentra en leche, huevos y en betacarotenos, melón, melocotón; vitamina E, que mejora la respuesta inmunológica, presente en aceite de oliva virgen, frutos secos, aceite de germen de trigo, cereales de grano entero; complejo B, sobre todo en el ácido fólico, la fruta fresca, legumbres, cereales, productos lácteos; minerales como hierro, importante para evitar la anemia, y que abunda en hígado, carnes, semillas de calabaza, pescado, huevo; zinc, cuya carencia es frecuente en niños y fumadores, y que se puede encontrar en hígado, frutos secos, legumbres, huevos, pescados; selenio, que afecta a la inmunidad, y que está en carne, pescado, ajo, coquitos o nueces de Brasil, cereales, marisco, huevos, frutas y verduras; lácteos fermentados, que contienen bacterias lácticas que reducen la incidencia de trastornos intestinales, abundantes en yogur, kefir, leches fermentadas; flavonoides antioxidantes, están en verduras de la familia de la col, de hoja verde, frutas rojas y cítricos.

Hay suplementos que pueden ayudar: la equinácea, conocida como el antibiótico natural, tiene gran capacidad para estimular el sistema inmunológico frente a catarros, estados febriles, problemas de garganta; propoleo, rico en bioflavonoides: probióticos (bifidobacterias y estreptococos) que refuerzan el sistema inmunológico; tomillo, que tiene un potente aceite esencial que favorece la acción de los leucocitos.

Apueste por una alimentación sana a base de verduras y frutas, comience el día con un buen desayuno, modere el consumo de azúcares refinados y alcohol, no se estrese, camine o practique ejercicio todos los días, no fume y evite los locales cargados de humo, y duerma bien.