Pequeñas historias cotidianas
Juan Berrio mira la ciudad con ojos de paseante en 'Calles contadas', que acompaña de su ya clásico calendario
Actualizado: GuardarLa obra de Juan Berrio es una de las más estimulantes de nuestra historieta. Ilustrador incansable, se maneja a su antojo, con su personal trazo, entre el cómic y la ilustración de prensa, infantil o publicitaria. Calles contadas es su último trabajo, un capricho autoeditado que cuenta historias pequeñas que, en realidad, son grandes. «Recuerdo bien el momento en el que se me ocurrió la primera de las historias del libro», cuenta el dibujante, autor de álbumes de obligada lectura como Mañana es martes o A saltos.
«Como no podía ser de otra manera, se me ocurrió en la calle. Fue en Barcelona, durante la feria del cómic de hace dos años. Con frecuencia, este tipo de reuniones resultan de lo más estimulantes. Después vinieron otras historias, a veces paseando y otras encerrado en el estudio. Lo que no sé es cuándo me di cuenta de que juntas formaban un proyecto común».
Calles contadas está editado por el propio artista. Una edición cuidada, con impresión a dos tintas y encuadernación con tapa dura; 200 páginas empapadas de sensibilidad que presentan diferentes personajes en situaciones aparentemente corrientes. Berrio juega con las palabras, algo habitual en su obra, e impregna de un humor sutil cada pasaje. «Son historias breves, a veces cruzadas y a veces entrelazadas, donde la protagonista es la ciudad, que queda retratada a través de sus paseantes».
Cuidando los detalles
El libro va acompañado de un calendario diseñado por el dibujante, una constante en su trayectoria. Todos los años los aficionados a los tebeos cuentan con ello. «Para mí el calendario es todo un género con un enorme potencial, a pesar de que no está muy bien valorado», señala. «Me permite jugar con palabras y números, todo dentro de la estructura del año, llevándolo a mi terreno gráfico». Las historias de Berrio son siempre cercanas al lector. «Aunque no realistas», puntualiza. «Casi todas surgen en el día a día, de fijarme en las casualidades, en las repeticiones, en lo paradójico. y, cómo no, de seguir preguntándome en esas situaciones aparentemente anodinas: ¿y si...?».
Aritmética ilustrada y Siempre la misma historia son otros trabajos disponibles en tiendas firmados por Berrio, que compagina el cómic y la ilustración con absoluta normalidad. «No es que los compagine por una necesidad económica, son mis dos pasiones: me encanta el oficio de ilustrador, y me encanta escribir y dibujar historietas. La diferencia es que cuando hago cómic, todo son proyectos míos y en ilustración casi siempre son encargos. Aunque hable de pasión, siempre hay momentos difíciles y cansados, tanto cuando son encargos, por la responsabilidad del compromiso, como cuando es un autoencargo, ya que uno puede llegar a ser su más exigente cliente».
Sin duda es un dibujante todoterreno. «Manteniendo mi estilo me gusta pasar de un dibujo editorial a uno de publicidad, de una ilustración para ejecutivos a una para niños», comenta. «La ilustración infantil es para mí un descubrimiento relativamente reciente y es un campo al que le veo muchísimas posibilidades». El último libro que ha ilustrado, El castaño, publicado por MacMillan, es una historia de su cosecha.