Consumidores y agricultores saldrán a la calle por el abuso en los precios
Los agricultores han alzado su voz para dejar claro que están hartos de ver cómo las grandes cadenas de distribución se enriquecen a costa de su sudor. «Estamos cansados de ser el último eslabón de la cadena», denuncia el dirigente de la organización agraria Miguel López, a tenor de los últimos datos del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) de los alimentos de diciembre, que refleja un nuevo aumento de la brecha entre los precios que esas empresas pagan a los agricultores por sus cosechas y los que después cobran al consumidor. Diferencia que, por ejemplo en el caso de los limones, es del 2.225%, y que los productores consideran un «saqueo» a las familias.
Actualizado: GuardarLos datos reflejan que los precios de los productos procedentes del campo -frutas, hortalizas y carnes- aumentan de media un 474% desde que caen en manos de los distribuidores hasta que llegan a los supermercados. Así, por cada kilo de limones estas cadenas pagan a los agricultores 0,08 euros, pero ese precio se multiplica por 22,25 antes de llegar a las mesas. Algo parecido sucede con las naranjas, que experimentan un incremento en su precio del 1.589% respecto del origen, y con las clementinas, que suben un 1.200%.
El líder de COAG ya ha anunciado movilizaciones de los productores y los consumidores «en muy poco tiempo» si el Gobierno no pone fin a este fenómeno. Considera «alarmante» que el kilo de un producto tan básico como la patata se pague en el campo a 0,18 euros, y en el supermercado cueste 0,95, un 528% más.
Llamativa es también la brecha en el calabacín, cuyo precio aumenta un 559% de la huerta a la mesa; la carne de cerdo, que sube un 516% y el pimiento verde, que se vende un 516% más caro en las tiendas que en origen. Y lo peor es que esos márgenes no han dejado de crecer en plena crisis, mientras las rentas y los precios en origen decrecen. En 2008 la renta global de los agricultores cayó un 7,8%, retroceso que alcanza el 26% si se computa desde 2003.
Tanto los agricultores como los consumidores, no hay que olvidar que la Unión de Consumidores de España (UCE) también participa mensualmente en estos estudios, denuncian la «pasividad» de las administraciones públicas y piden al Gobierno que tome medidas, regule los márgenes comerciales y establezca el doble etiquetado de los productos para que figuren los precios en origen y destino.