Las alcachofas de Jerusalén que no llegaron y el vino para judíos
Los problemas con el equipaje de los belgas impidieron su normal participación en un cita con curiosos detalles
Actualizado:Las caras más preocupadas, impotentes y, finalmente, resignadas, fueron las de los componentes de la delegación belga que acompañaba a los hermanos Bart (chef) y Maaike (sumiller) Vandenhove, quienes pudieron llegar a Jerez pese a los problemas en los aeropuertos por la niebla y las huelgas de Iberia, pero que no pudieron decir lo mismo de algunos de los ingredientes con los que pensaban participar en la Copa Jerez.
Al no llegar su equipaje, los hermanos belgas no pudieron participar en esta final en la que se habían ganado estar por pleno derecho después de ganar en su país. Y eso que la organización del certamen recorrió todas las tiendas especializadas posibles, los mercados y hasta alguna cocina de restaurantes locales para tratar de sustituir las materias primas. Pero no resulta tan fácil encontrar un específico caviar, unas ostras escocesas o algún ejemplar de topinambour -la alcachofa de Jerusalén-.
Al final, pudieron cocinar algún plato, sobre todo porque el jurado puso de su parte y les dio todas las facilidades posibles, pero ya no pudieron competir en igualdad de condiciones con el resto de concursantes.
Entre el resto de contrincantes, en esta edición se pudo ver a la primera mujer cocinera de todas las ediciones, la británica -y jovencísima- Vicky Smith, que ha realizado casi toda su carrera en el Ejército, trabajando en diferentes cocinas, y que actualmente presta servicio en el Catterick en el 5º Regimiento de la Brigada Ligera. También su compañero, el sumiller Shaun Collins, ha participado en numerosas competiciones militares de catering representando al Ejército a lo largo de sus 21 años de servicio.
Uno de los que se mostró más conocedores de la cultura gastronómica española fue el cocinero que representaba a EE UU, Seamus Mullen, que en su juventud estudió en nuestro país, y que en 2003 regresó para trabajar durante seis meses en el vanguardista restaurante Mugaritz, con dos estrellas Michelín, y que luego estuvo en los barceloneses Ábac y Alkimia.
Fue una de sus propuestas, la del primer plato de sardina ahumada con ajoblanco, una de las más curiosas, ya que la elección del sumiller Roger Kugler (el mejor de la Copa Jerez) para el maridaje fue el fino Tío Pepe Kosher, es decir, el vino producido en González Byass por un equipo de rabinos de la Kosher Wines International. Es, por ello, uno de los caldos puros para los judíos porque ha sido cultivado y producido según los preceptos del Talmut judío, y por tanto universalmente válido para los ortodoxos y sus seguidores.