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'Txeroki' llama «fascista» al tribunal francés que estudia su entrega a España
La primera euro-orden contra el ex jefe militar de ETA le imputa un atentado fallido con un paquete-bomba
Actualizado: GuardarLa Sala de Instrucción del Tribunal de Apelación de París dejó ayer vista para sentencia, que será dada a conocer el próximo miércoles, la primera reclamación española contra Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, considerado el jefe del aparato militar de ETA cuando fue detenido el pasado 11 de noviembre en el Pirineo francés. La euro-orden examinada, cuya aceptación fue solicitada por la Fiscalía, le imputa el envío de un paquete-bomba, que pudo ser desactivado al vicepresidente del Grupo Correo, Enrique Ybarra, a comienzos de 2002 por el comando Olaia, que operaba en Vizcaya.
Garikoitz Aspiazu (Bilbao, 1973) apenas habló en el cuarto de hora que duró la comparecencia. Declinó hacer uso del derecho al último turno de palabra y tampoco aceptó firmar el acta judicial de la vista. Tan sólo se dirigió al tribunal para reprocharle su «actitud fascista» por no permitirle expresarse «en euskera, que es mi lengua». A pesar de estar asistido por un intérprete de español, formuló la queja en un francés fluido, como observó la magistrada ponente. «No hablo euskera y usted me comprende porque responde directamente a mis preguntas sin necesidad de traducción», le indicó.
En el cuestionario figuraba el interrogante ritual en los exámenes de las euro-órdenes acerca de si el acusado acepta ser entregado a las autoridades españolas. «La decisión no depende de mí ni de mi abogada porque es política. La respuesta es no», declaró antes de encerrarse en un mutismo absoluto.
La reclamación inaugural del anunciado rosario de causas pendientes en la Audiencia Nacional es consecuencia de un auto dictado el 20 de enero de 2005 por el juez central de Instrucción número 2, Ismael Moreno, bajo el cargo de tentativa de asesinato. En ella se imputa a Txeroki la planificación, fabricación y envío del paquete-bomba, cebado con entre 210 y 230 gramos de dinamita y dirigido a Enrique Ybarra, entonces presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo, que fue desactivado por artificieros de la Ertzaintza el 17 de enero de 2002.
El fiscal Jean-Charles Lecompte solicitó la entrega de Aspiazu a las autoridades españolas con la ejecución aplazada hasta que haya rendido cuentas con los tribunales franceses. No obstante, admitió que los elementos obrantes en el expediente remitido desde Madrid «son sucintos, proceden de la investigación policial y la Corte deberá apreciar si son suficientes».
La abogada Xantiana Cachenaut planteó la necesidad de pedir información adicional a la Audiencia Nacional para que «se precise lo que se le reprocha exactamente a mi cliente, desde el lugar y la fecha de los hechos hasta los elementos incriminatorios». Además, dijo que la demanda es «idéntica palabra por palabra con la única modificación del nombre» a la ya aceptada por el mismo tribunal en 2005 contra Idoia Mendizabal Mujika Ilargi, acusada de haber formado el comando Olaia con Txeroki y Asier Arzalluz Goñi, Sendoa.
Garizkoitz Aspiazu está encarcelado en la prisión parisiense de La Santé, donde tiene el número de matrícula 290.191 como interno. Durante las pasadas navidades, Txeroki recibió la visita de sus familiares ya que no se encuentra sometido a aislamiento penitenciario, en contra de lo ocurrido con otros precedentes ex jefes de ETA.