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EN EL BANQUILLO. La madre de la niña Alba y su compañero sentimental, durante el juicio en la Audiencia de Barcelona. / EFE
ESPAÑA

Condenan a la madre y al padrastro de Alba a 20 y 22 años de cárcel

El tribunal niega a Ana María Cano información sobre el estado de su hija porque toleró las brutales palizas

CRISTIAN REINO
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El padrastro y la madre de la niña Alba arrostrarán condenas de cárcel de 22 y 20 años como autor y cómplice, respectivamente, de la brutal paliza que en 2006 dejó en coma y con secuelas irreversibles a la pequeña, entonces de cuatro años de edad. La Audiencia Provincial de Barcelona les considera culpables de dos delitos de lesiones, otro contra la integridad moral de la chiquilla y un cuarto de maltrato habitual.

En la sentencia, conocida ayer, los jueces señalan a Francisco Javier Pérez como maltratador habitual de la pequeña, extremo que éste negó durante la vista. A él le atribuyen distintas agresiones que acabaron con Alba en el hospital. En diciembre de 2005 ingresó con fractura de húmero y tres meses después llegó lo peor. El 4 de marzo de 2006, el hombre se quedó a solas con la niña y la «zarandeó brutalmente con tal violencia» que le provocó un hematoma subdural en el hemisferio izquierdo del cerebro y un estado de coma del que salió inválida, muda y con parálisis cerebral permanente.

La madre sabía de las palizas y las toleró, dicen los magistrados. Por ese motivo, la audiencia impone 20 años y medio de prisión a Ana María Cano por considerarla cómplice y conocedora de los delitos de lesiones, maltrato habitual y contra la integridad moral de la niña, cometidos por su pareja. El tribunal le reprocha que no hiciera nada para impedir las agresiones de su compañero sentimental e intentara ocultarlas.

Además de la pena de cárcel, los jueces retiran a Ana María Cano la patria potestad de Alba por un período de cinco años y le deniegan su petición de ser informada sobre el estado de salud y evolución de su hija. La madre declaró ante el tribunal que nunca vio las agresiones padecidas por su hija.

La sentencia declara probado que Francisco Javier Pérez agredió a la menor en diversas ocasiones e, incluso, la ató a una silla con el cinturón del albornoz, le obligó a tragarse sus propios vómitos, le tapó la boca con cinta aislante y le introdujo agua con una jeringuilla, dando así credibilidad al testimonio de Maite, la hermanastra de Alba, que presenció los hechos.

El tribunal acepta su declaración, prestada cuando tenía 6 años, pese a que nadie le advirtió de que sus palabras podían perjudicar a su propio padre, a lo que por ley podría haberse negado. El juez ha impuesto a ambos condenados el pago de una indemnización de un millón y medio de euros para la menor.

Penas inferiores

Pese a la contundencia del fallo, las penas aplicadas contra los dos acusados son inferiores a las que reclamaba la acusación particular, ejercida por la Generalitat catalana, que demandaba 28 años y medio de cárcel, y no van más allá de lo solicitado por la Fiscalía, 21 años para cada uno. El tribunal ha desestimado la acusación de asesinato en grado de tentativa planteada por el Ministerio Público al entender que ni la madre ni el padrastro «tenían intención de matar» a la niña.

«Estoy decepcionado porque esperaba una pena de 25 años», afirmó el padre biológico de la pequeña, Álvaro Caldas, que fue acusado por la madre de ser el autor de las agresiones y llegó a ser detenido en un primer momento. Ha explicado que los médicos le han abierto la posibilidad de revertir algunas de las lesiones con una operación para implantarle en febrero una prótesis en el cerebro.