La OCDE dice que España deberá hacer un «esfuerzo mayor»

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, cree que España deberá hacer un «esfuerzo mayor» que el resto de los países de la zona euro para que «pudiera haber alguna recuperación» en 2010, dada la peculiaridad de la crisis del sector inmobiliario y las altas tasas de paro que sufre el país.

Gurría, que presentó ayer en París el Estudio económico 2009 de la OCDE sobre la zona euro, dijo que habrá que ver si las medidas de estímulo adoptadas por el Gobierno español son suficientes para superar la contracción del sector de la construcción cuyo 'boom' ha durado más de una década. «Estamos hablando de que se ha pasado de un superávit del 2% a un déficit del 3%. Eso son 5 puntos del PIB», señaló el dirigente de la OCDE.

A su juicio, España tiene un sistema de regulación fuerte y un sistema bancario que no ha sido severamente afectado por la coyuntura más que en el caso de algunas cajas donde «quizás sea necesaria alguna consolidación».

Respecto a la eurozona, la OCDE mantiene su previsión de recesión, al menos, para el primer semestre de este año y subraya que «los riesgos son grandes para las perspectivas de crecimiento», si bien estima «poco probable» un escenario de deflación. «Todavía no hemos visto lo peor de la crisis», advirtió Gurria.

Ayer mismo, la crisis se cobró una nueva e inesperada víctima en Alemania. El poderoso jefe del Deutsche Bank, Josef Ackermann, anunció que la primera entidad financiera germana había sufrido unas pérdidas de alrededor de 4.800 millones de euros en el último trimestre de 2008. Ese nefasto resultado de la última parte del año hundió los resultados de todo 2008, que se cerró con unos 'números rojos' de 3.900 millones. La noticia hundió las acciones del banco y sembró el temor en todo el sector europeo.

El Gobierno británico presentó ayer, por su parte, un plan de garantías al crédito a la pequeña y mediana empresa que pretende movilizar unos 22.000 millones de euros y que se comenzará a aplicar inmediatamente, con el objetivo de salvar de la posible quiebra a empresas que se consideran viables, pero que han sido atrapadas en la crisis crediticia.