IU y la Cabalgata de Reyes
Actualizado: GuardarPrometo que la noticia me habría pasado desapercibida, si no fuera por la fecha elegida para hacerla pública. Cualquier otro año no habría merecido mayor comentario pues, en materia de animales, cada cual opina lo que le da la gana, pero este 2009, precisamente el año que mayores interrogantes trae a nuestra ciudad, me parece la época más inoportuna como para que la primera proclama que llega desde Izquierda Unida, sea al objeto de posicionarse sobre un tema tan nimio como el del estrés de los animales que participaron en la pasada Cabalgata de los Reyes Magos.
Jerez, no hace falta insistir en ello, ha iniciado el 2009 con la vergonzante cifra de 25.037 parados, convirtiéndose una vez más en la ciudad de la provincia que más paro acumula. Uno de cada ocho jerezanos está parado, incluyendo en tan fatídico porcentaje a las miles de personas que no tienen obligación de trabajar: pensionistas, escolares, lactantes y demás. A esa terrible cifra añadan el deterioro del casi inexistente tejido industrial, el cierre de empresas constructoras muy relevantes hasta hace bien poco, la caída de las ventas en el sector del automóvil, las decaídas ventas del comercio, la imposibilidad de obtener financiación bancaria y así sucesivamente, para aderezarlo todo con conflictos menores, tales como el de los comerciantes de la calle Porvera, en pie de guerra tras la modificación del trafico puesta en marcha ayer lunes. Y a todo esto Izquierda Unida, que ningún comunicado ha lanzado este año sobre temas tan preocupantes y de tanta actualidad, se nos descuelga lamentando el uso indiscriminado de animales en la Cabalgata de Sus Majestades.
Siento opinar sobre el tema, pues he de confesar que el ínclito concejal de Izquierda Unida es de los que cae bien. Es de lo más "salao" que existe en la Corporación Municipal, inasequible al desaliento e impávido ante la forzosa soledad de su cargo político. Pero todo ello se viene al traste cuando entra en un tema al que nadie ha prestado la más mínima atención, pues si algo no falta hoy en Jerez, son temas importantes para posicionarse.
Además debo, señor Del Valle, discrepar de usted, pues no es cierto que los burros, caballos, aves o dromedarios utilizados en la cabalgata, fueran sometidos a un estrés innecesario por su pública exhibición. Precisamente la razón de ser de estos animales es participar en tales eventos, como los toros de lidia nacen para morir en el ruedo. Si ello no fuera así, nadie invertiría en su crianza, y eso se lo dice alguien que jamás ha ido a ver una corrida de toros. Por ello no albergue ninguna duda de que los animales están más que acostumbrados a los niños, el gentío, los sonidos y cuantas cosas son inherentes a la Cabalgata. Y aunque usted tilde de vergonzoso utilizar estos animales como mero recurso para nuestro disfrute, ya me dirá para qué podemos usar dromedarios en Alicante (vienen desde allí), si no es para participar en cabalgatas.
Lo triste de la historia es que si algún estrés se les causó a los animales, éste vino precisamente de aquellos "otros animales" que estaban contemplando la cabalgata. Pude observar en la calle Honda como unos niñatos, auténticos "burros" (y que me perdonen los cuadrúpedos participantes en la cabalgata), se divertían cogiendo naranjas de los serones que los burritos portaban, para lanzarlas posteriormente a los figurantes, los dromedarios o los propios Reyes Magos. Pero mucho temo que para una formación política llamar animales a ciertos vecinos cafres, ni es políticamente correcto, ni tampoco da votos, lo que a estas alturas no puede permitirse el entrañable Joaquín del Valle. Jerez se halla en una dinámica económica en la que todos los políticos debéis aunar esfuerzos para salir urgentemente de ella. Si con la que está cayendo a Izquierda Unida el nuevo año sólo le ha traído sensibilidad ecologista, quizás pronto deba lamentar el olvido de quienes alguna vez le hemos confiado nuestro voto, máxime porque si hoy nos gobernara otro sector político, IU llevaría promovidas tantas huelgas generales, que incluso habría olvidado los dromedarios de la Cabalgata.