Investigan si el doble crimen de Madrid fue una pelea de bandas

Los expertos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid investigan si el doble homicidio ocurrido en la madrugada del domingo al lunes en la discoteca Heaven, ubicada en el centro urbano de la capital de España, próxima al Teatro Real, tuvo su origen en un ajuste de cuentas, según confirmaron fuentes policiales.

Carlos M. H, delincuente habitual de 36 años, fue detenido por agentes de la Policía Nacional poco después de las 3.15 horas en la calle Maestro Victoria cuando trataba de llegar, pistola en mano, a un coche aparcado en las proximidades de la discoteca, momentos después del tiroteo. El detenido, con antecedentes policiales por tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, amenazas y lesiones y robo con fuerza, está acusado de ser el autor de los disparos que mataron a dos personas e hirieron de bala a otras dos en los alrededores de la sala Heaven.

Los investigadores vinculan al presunto homicida con bandas gansteriles organizadas que tratan de controlar la seguridad de los locales nocturnos de Madrid y se dedican a una amplia gama de delitos conexos, como palizas, ataques por encargo y tráfico de drogas. Las características del doble crimen y la adscripción delictiva del sospechoso hacen que la primera hipótesis que barajan como móvil los investigadores se oriente hacia un ajuste de cuentas.

Todavía por confirmar

La teoría podrá confirmarse o descartarse en las próximas horas, cuando interroguen a Carlos M. H., que tras su detención tuvo que ser ingresado en un hospital por las heridas que sufría, posiblemente fruto de una paliza previa. Las primeras investigaciones se centraron en la recogida de muestras y pruebas de los lugares de los ataques, toma de declaraciones a los testigos y víctimas que salvaron la vida, registros y reconstrucción de los hechos.

Los datos recogidos hasta el momento indican que el presunto homicida, poco después de las tres de la madrugada, se dirigió a pie hacia la entrada de la discoteca Heaven, ubicada en la calle Priora, muy cerca de la calle Arenal y la Plaza de Isabel II, con el objetivo de atacar al portero del local, el ciudadano rumano de 31 años Catalín Stefan Craciun, con antecedentes policiales por secuestro, que murió casi en el acto tras recibir un disparo a quemarropa en el cuello. Carlos M. H, mientras huía de la entrada de la discoteca y trataba de alcanzar la calle Maestro Victoria, disparó varias veces su arma, cuyos impactos alcanzaron al menos a otras tres personas, alguna de las cuales había salido en su persecución, según las mismas fuentes.

Una de las balas penetró por el costado derecho del cuerpo de Alejandro Muñoz Rojas-Marcos, de 24 años, que trabajaba como relaciones públicas en una discoteca de la zona, que murió en el Hospital Gregorio Marañón mientras los médicos luchaban por su vida.