De lunes y teometría

Usted y yo sabemos que hoy es lunes. No encontrará ningún titular en la prensa que lo corrobore, en los telediarios sólo lo mencionarán de pasada, al igual que cada hora en punto en las distintas emisoras de radio. Sin embargo, tenemos esa certeza porque ayer fue domingo y mañana será martes. Si se pregunta por qué llama tan poco la atención este hecho, le diré que conocer el día de la semana no vende periódicos ni atrae telespectadores ni radioescuchas. Sorprendentemente, decir que hace frío en enero y que nieva parece ser que es algo inusitado. Del mismo modo que lo es que llegue la canícula de julio y haga una calor que reblandece los sesos. Lo que es para darse cuchilladas es que, tras una importante nevada que ha ocasionado un caos en las carreteras y algún aeropuerto, comparezcan el ministro del Interior para culpar a los meteorólogos de la que ha caído; y la ministra de Fomento, para señalarle a la prensa que tampoco ella supiera la que iba a caer. Usted, como yo, no sabe si tomárselo como una broma del Gobierno, «Hay que ver qué cachondos son los del Consejo de Ministros», o montar en cólera porque le resulta diáfano que le están tomando el pelo.