¿Equilibrio y proporción? con Hamás, jamás
Hamás ataca con sus cohetes a las ciudades judías vecinas desde que sus soldados abandonaron Gaza hace ahora tres años, cuando el Estado de Israel decidió desmantelar esos asentamientos.
Actualizado:Hamás nunca ha aceptado la existencia del Estado de Israel. Más que en la existencia de un Estado palestino, la primera y única finalidad de su razón de ser es aniquilar a su enemigo natural que es el Estado judío. Entre los propios palestinos tampoco hay acuerdo que valga, la posible pugna entre Al Fattah y Hamás pudiera desembocar en dos presidentes y en dos gobiernos palestinos.
La crítica a Israel es lo fácil, lo políticamente correcto, lo que expía las almas de los progres occidentales. El gran problema de partida es la pretendida y supuesta equivalencia moral, para algunos, entre Hamás e Israel. Precisamente esto, es lo que ha llevado al Presidente del Gobierno y a su Ministra con esmoquin y altísimos tacones, supongo que con la absurda y arcaica pretensión de ponerse a la «altura de los hombres», a situarse del lado más cercano a los palestinos, sobre la base del supuesto uso desproporcionado de la fuerza por parte del ejército judío. Israel es un gran país, un Estado democrático y de derecho, de profundos valores y convicciones, que si realmente hubiera actuado sin escrúpulos en Gaza como por ejemplo lo ha hecho Rusia en Georgia, Chechenia o en media Europa «matándola» de frió, no advertiría por escrito y con llamamiento previo para prevenir de los objetivos que piensa bombardear.
Hablaba de la Ministra Chacón y ahora abogo por las nuevas mujeres de relevancia internacional, que no necesitan cuotas para sacar la cabeza, que en un futuro próximo pueden tener en sus manos, la solución del conflicto. Tzipi Livni, actual Ministra de Exteriores judia puede ser Presidenta de su país, Hilary Cinton sustituirá a otra gran Secretaria de Estado, Condoleezza Rice y hasta Yulia Tymoshenko, Primera Ministra Ucraniana que planta cara, al frío y oscuro hijo de Putín, vamos Vladimir, que supongo se apellidará como su padre. Saco esto a colación, porque en el gran teatro que es el escenario internacional, muchos de sus relevantes actores van a ser sustituidos por actrices, que a lo mejor, eso espero yo, también cambian la escena para representar en ese escenario los dramas de la antigua Grecia, cuando las mujeres eran concebidas como enemigas de la guerra. La comedia escrita por Aristófane en el Siglo V antes de Cristo, recrea un plan para terminar con la guerra que devastaba en la época Atenas.
Lysistrata, personaje femenino de la obra convence a todas las griegas para que ayunen de los placeres del sexo con sus maridos, hasta que estos se comprometan a firmar y vivir en paz. Todo ello me lleva a pensaren una especial predisposición de las mujeres a arreglar conflictos endémicos y enquistados. Pero, lógicamente habrá que empezar porque en los países árabes las mujeres tengan capacidad propia de decisión, sean auténticos sujetos de derechos como lo son los hombres.
A esa cruzada de verdad, debiera haber empleado ZP sus esfuerzos internacionales, en lugar de chorradas como la Alianza de las Civilizaciones que aún no sé para que sirve y a las pruebas me remito.