Anuncio de ilegalización
La presentación de la plataforma electoral denominada Democracia 3 Millones constituye una provocadora iniciativa de consumo interno por parte de la izquierda abertzale que pretende poner de nuevo a prueba al Estado de Derecho. Las personas que ayer en Bilbao hicieron el llamamiento para la recogida de las firmas que permitan inscribirla están tan vinculadas a la trayectoria de las organizaciones y agrupaciones de electores previamente ilegalizadas que sus promotores sólo pueden albergar la esperanza de que D3M corra la misma suerte. A pesar de la fingida ingenuidad con la que el resto del campo nacionalista ha querido saludar el surgimiento de la nueva plataforma, la identidad de sus presentadores deja en evidencia que la izquierda abertzale no persigue otro objetivo que su ilegalización para así acabar auspiciando la abstención activa o el voto nulo ante las autonómicas del próximo 1 de marzo. Es probable que D3M consiga las adhesiones que necesita para inscribirse como agrupación electoral. Pero su ineludible impugnación por parte de la Abogacía del Estado y de la Fiscalía General cuenta ya con pruebas más que suficientes para demostrar la continuidad de la nueva plataforma respecto a Batasuna. Pruebas que, es necesario subrayarlo, ha brindado cuidadosamente la propia izquierda abertzale.
Actualizado:Tanto la Ley de Partidos como las sentencias a las que ésta diera pie en el Supremo y el Constitucional fueron objeto de desavenencia por parte de las formaciones nacionalistas y de Izquierda Unida. Formaciones que se resisten a aceptar el dictamen irrevocable que subyace en las resoluciones que ha ido adoptando el Estado de Derecho: la democracia queda más en entredicho si el sistema admite la concurrencia de siglas que dan cobertura política a la eliminación física de los adversarios que si deja fuera de la liza electoral una opción que trate de solapar tan abominable pretensión. En este sentido, no es casual que D3M haya evocado en su presentación la estrategia de acumulación de fuerzas abertzales de Estella frente a la eventualidad de una alianza trasversal de socialistas y nacionalistas en la comunidad autónoma del País Vasco. Porque, desde su proclividad a la abstención o el voto nulo, ETA desea alentar la posibilidad de un reencuentro de todo el nacionalismo como escenario propicio para el logro de sus objetivos.