Los 'abertzales' presentan un proyecto electoral con miembros de HB y ANV
La izquierda 'abertzale' se resiste a desaparecer de la vida política en el País Vasco por su negativa a condenar el terrorismo de ETA y ayer presentó en Bilbao la plataforma 'D3M-Demokrazia hiru milloi' (Democracia tres millones), un último intento para burlar la ley de partidos. Un propósito utópico porque entre los promotores figuran ex dirigentes de HB, ANV o plataformas proscritas, y todo apunta que serán puestas fuera de la ley en aplicación de la normativa vigente.
Actualizado: GuardarJulen Aginako e Itziar Aizpuru, históricos de HB; Unai Zurrano y Ane Legorburu, de ANV; la que fuera portavoz de AUB, Itziar Lopategi; o Amparo Lasheras, integrante de candidaturas ilegalizadas, fueron seis de las quince personas que presentaron la iniciativa D3M, cuyo nombre hace referencia a los tres millones de habitantes de una hipotética Euskal Herria independiente formada por las tres provincias vascas, Navarra y otras tres provincias del sur de Francia.
Lasheras, que ejerció como portavoz, señaló que la plataforma está integrada por personas «de izquierdas e independentistas» que no se resignan a que miles de vascos se queden sin opción política en el próximo Parlamento de Euskadi que salga de las elecciones del 1 de marzo. Por ello demandó «miles y miles de firmas» de apoyo, que serán recogidas en ayuntamientos y notarías, para impulsar la plataforma electoral cuyos integrantes de las candidaturas no desvelaron.
El relevo
Lasheras no contempló que la investigación abierta por la justicia concluya con la ilegalización de su iniciativa. «Tenemos todo el derecho del mundo, como ciudadanos, a presentarnos y a promover una plataforma para poder acudir a unas elecciones con una serie de propuestas. No nos entra en nuestra cabeza que un gobierno democrático nos prohíba», señaló y atribuyó a la «esquizofrenia represiva» la investigación iniciada por la Fiscalía contra los integrantes de esta iniciativa.
La portavoz de la plataformadijo que apuestan por impulsar «un cambio político real» en el País Vasco que releve en el gobierno a un PNV que sólo admite «cambios estéticos» y que «tiene miedo» a que se articule en Euskadi «un espacio soberanista e independentista».