CARÁCTER SOLITARIO FRUSTRADO ESTADOS UNIDOS

«Hemingway era un fantasma»

-Usted dirá que no le han pasado muchas cosas, pero no todo el mundo ha tratado a Picasso.

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-Le conocí en 1956. Yo era el único periodista de provincias acreditado en Cannes. Y me dije que no me iba de allí sin conocer a Picasso. Nos plantamos en 'La California', su villa en Vallauris. Llamamos a la puerta y dijimos que éramos un grupo de periodistas españoles. Ante mi estupor, el ama de llaves nos abrió y bajó Picasso. Nos enseñó sus pinturas, hablamos de lo divino y lo humano y le hicimos unas fotos con capa española que todavía conservo. Por desgracia, otra característica mía de la que no te he hablado impidió que la jornada fuera redonda.

-¿Cuál?

-Mi impaciencia; Icíar Bollaín me llama el señor venga, venga. Picasso rogó que le acompañáramos a Niza a inaugurar una exposición con Joan Miró. Me dio pereza: Pero si llevamos todo el día y Miró es un don nadie...

-Trató a Hemingway varias veces.

-Antonio Ordóñez le trajo a las fiestas del Pilar. Le entrevisté para el Heraldo a la vuelta de los toros. Aunque me esté mal decirlo, sabía todo sobre él y la literatura norteamericana. Se quedó muy sorprendido. ¿Saroyan? Un armenio, zanjó despectivamente. Era muy fantasma. Es una monstruosidad pensarlo, pero que me concediera tanto tiempo me desmontó un poco el mito. Nos volvimos a ver en Pamplona varias veces. Pero me lo pasé mucho mejor con Picasso.

-Su último filme, Leo, se rodó en 2000. Dijo que no iba a seguir haciendo más cine para no acabar viviendo debajo de un puente.

-Sí. Leo se rodó en Madrid, sin estrellas... Era una película doméstica, sin caballos, como digo yo. Costó casi 3 millones de euros y la tuve que producir y distribuir porque nadie quiso hacerlo. Me dije que nunca más. Ir a los bancos, a la Televisión Española, a los distintos ministerios... Era angustioso. Mi vida ha sido una lucha: contra los productores, la censura... Doy por bien empleado todo lo que me ha pasado, pero las estupideces que he aguantado... Recuerdo a un productor que me decía que López Vázquez no encajaba en Mi querida señorita, que era más guapo Carlos Larrañaga. No perdono a esos imbéciles que me han hecho sufrir tanto.