La alcaldesa, que acaba de cumplir 61 años, en el despacho de Alcaldía; dice que si Chaves no piensa en la jubilación, ella tampoco. / MIGUEL GÓMEZ
TEÓFILA MARTÍNEZ | ALCALDESA DE CÁDIZ

«Me siento engañada con el diseño de la llegada del puente»

La edil popular asegura que es «inconcebible» que la conexión del puente con Cádiz vaya a crear una nueva barrera y pide que dejen decidir a la ciudad Explica que la revisión del planeamiento urbano modificará las normas para instalar quioscos en espacios libres «para evitar problemas el día de mañana»

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En las ruedas de prensa busca los ojos de algún interlocutor. El que sea, el que levante la vista del cuaderno. Teófila Martínez se crece en los tú a tú. En la calle hace alarde de gaditanismo, parándose con Kid Betún o con la señora que le cuenta que ha perdido a su perro. Pero en los plenos le sale la vena pasiega. «Yo soy así, hablo de las cosas con pasión», se justifica ante las críticas de la oposición. Acaba de cumplir 61 años y parece no querer oír hablar de la jubilación. Sale el tema y ya tiene la respuesta preparada.



-Acaba de cumplir los 61 años. ¿Qué pesan más los años o los kilos de responsabilidad del cargo?

-Eso depende. A mí no me pesan porque desde que decidí dedicarme a la política, el trabajo lo he hecho igual. Y si a un hombre, por ejemplo el señor Chaves, no le pesa la edad para anunciar que se va a presentar después de 20 años como presidente de la Comunidad Autónoma, ¿por qué me van a pesar a mí? Yo hago mi trabajo como si tuviera 35. Nadie lo hace por mí. No me pesa levantarme levantarme a las seis de la mañana y acostarme a las dos de la madrugada. Dedicarle todo mi tiempo a la ciudad no me supone una carga, ni emocional ni físicamente.

-O sea, que no se jubila...

-He decidido hace mucho tiempo que en mi compromiso social y político no me voy a jubilar. Cambiaré de responsabilidad o no tendré ninguna. Una vez alguien me preguntó: ¿de mayor qué quieres ser? Y dije que como todo el mundo, tengo dos posibilidades: o ser una viejecita pacífica o revolucionaria. He decidido ser una viejecita revolucionaria. Tengo en mi familia antecedentes. A mi madre y a mi abuela materna nunca les dejé de ver trabajar intensamente hasta que fallecieron. Yo no sé a dónde iré. No hago planes, pero voy a estar activa. No sé vivir de otra manera. He decidido disfrutar de cada minuto de la vida.

-La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, es también una mujer de carácter fuerte, obstinada. ¿Es la horma de su zapato?

-No se parece en nada a mí. Yo creo que no tengo nada en común con Magdalena Álvarez. Pero yo tengo tantas cosas que hacer que no puedo perder ni un minuto en esas luchas. Como diputada nacional, sí, porque mi responsabilidad con la provincia es controlar al Ejecutiva y ella es parte de él, pero yo no pierdo ni un minuto porque con una ministra que a diferencia de otros -no muchos, la verdad- no invita a los actos al Ayuntamiento de Cádiz... Hombre, la que se retrata es ella. A los socialistas les molesta, pero si una ciudad no impulsa y pelea sus aspiraciones, seguramente nadie le dará nada. Y cuando digo impulsa lo digo con conocimiento de causa, porque si los gobiernos de la nación y de la Junta no se sintieran presionados por los alcaldes, ¿harían las cosas? Durante 14 años esos gobiernos socialistas no hicieron nada. Si no hubiéramos peleado por el puente, no estaría ejecutándose.

-¿La próxima pelea con Fomento será por el diseño de la llegada del puente a Cádiz?

-Nosotros hemos tenido en diciembre una reunión con la Demarcación de Costas y con el técnico de Fomento y le hemos dicho que la solución que proponen es un verdadero problema para la ciudad. Es inconcebible pero va a crear una nueva barrera, con el tiempo que nos hemos pasado eliminando las que ya teníamos. Nos han dicho que en enero contestarán a nuestras indicaciones. Yo les he dicho que me siento engañada porque llevo cuatro años diciéndolo y además el señor Manterola nos dijo que se haría lo que la ciudad quisiera. No tiene sentido que para que pasen unos barcos se hiciera más alto que el de Shangay por una exigencia de Navantia y resulta que a los gaditanos nos hacen un bodrio y no podemos decir nada. Habrá que tener un término medio porque Cádiz va a estar aquí siempre y si se hace mal, no tendrá arreglo. Voy a esperar pacientemente pero cuando llegue el momento, si la solución que nos presentan sigue creando barreras insalvables tendremos que reclamar un trato igual que el de Navantia.

-Y ahora hay que negociar la llegada del tranvía.

-En eso no me voy a pronunciar porque no me han dicho nada. Pero cuando los gaditanos lo vean... No es razonable. Y además, nosotros como ciudad podemos decir: usted tráigame el puente y yo como ciudad lo solucionaré como tenga que solucionarlo. Para mí los que crispan siempre son los mismos, los autoritarios como Magdalena Álvarez. He tenido cuatro años de paciencia desde que lo dije. Magdalena Álvarez no nos va a imponer algo que a la ciudad de Cádiz le suponga un problema.

-Hablando de diseño de ciudad. ¿Para cuándo la aprobación inicial del PGOU?

-A mí me hubiera gustado que hace tiempo hubiéramos podido llevar a Pleno la aprobación inicial. Pero hay que tener en cuenta que hemos tenido dos exposiciones, campañas informativas y nos hemos reunido con todo el mundo. No hay nada improvisado. Los técnicos quieren tener su tiempo. Igual algunos creen que por no tener suelo es más fácil hacer un PGOU. Pero es que en una ciudad donde no hay suelo lo que hay que hacer es reutilizar el espacio. Y para eso hay que descender al terreno de la concreción. Cuando los técnicos te dan sus argumentos, no les puedes presionar. La garantía es que el trabajo que se va a presentar lo han hecho técnicos y arquitectos que han estado gestionando el urbanismo de la ciudad durante los últimos 10 ó 12 años, que conocen bien la ciudad.

-¿Y queda alguna sorpresa?

-Grandes sorpresas no hay. Hay datos concretos. Con lo que se hizo y lo que se presentará, los gaditanos van a poder conocer las apuestas de la ciudad. En otras ciudades se hace un polígono y un convenio urbanístico para desarrollar 10 hectáreas. Siempre he estado en contra de ello. No tenemos suelo pero sí capacidad para reutilizar. La ciudad está rodeada de servidumbres a la Ley de Costas. No puedes poner un quiosco ni un pantalán sin pedir permiso. Pero también es una oportunidad para la ciudad. No tenemos periferia maltratada.

-Acaba de nombrar a la bicha: los quioscos. ¿El anuncio de que se van a regularizar es una forma de dar la razón a los que han denunciado los de La Caleta o Varela?

-No, no. Nunca ha habido ningún problema y se ha interpretado siempre igual. ¿O es que la estación del catamarán que se ha puesto ahora venía en el Plan Especial o en el Plan de Usos del Puerto? ¿Es que en Chiclana no hay un quiosco en el paseo de una de las márgenes del río Iro? Los técnicos municipales, que tienen el mismo título que los de la Junta, han interpretado el Plan General de una manera. Y si no, hubieran dicho que teníamos que modificarlo y en dos meses se habría hecho. Es ridículo. ¿Que hay una interpretación distinta? Pues como se interpretan las leyes, a veces de manera diferente en la Audiencia o en el TSJA. Las leyes son para interpretarlas. Los técnicos han dicho: lo vamos a concretar más para que el día de mañana, el que venga no tenga ese problema. Pero no hay nada más.

-¿Y el de Santa María se va a hacer?

-Está pendiente de que los técnicos terminen la alternativa al proyecto original, porque nosotros sí escuchamos, aunque la oposición diga que no. Seguimos creyendo que debe haber allí un equipamiento de esas características y estoy segura de que cuando se presente le va a gustar a todo el mundo. Creo que dentro de poco podremos presentarlo.

-Hablemos de Tribuna. Tal y como están los créditos, ¿cree que va a conseguir los 40 millones para terminar el Estadio?

-Sí, porque tenemos solvencia y capacidad de crédito. Pero creo que el portavoz del PSOE no estuvo fino en el debate del Pleno. Cuando dijimos que íbamos a invertir sesenta y tantos millones, de los que cuarenta eran para la tribuna, no nos referíamos a que fuera en un año, porque la obra dura 24 meses. Esos 40 millones corresponden a tres anualidades. Si queremos que el Estadio esté terminado en 2012, hay que empezar este año. Eso iba en mi programa electoral y me voy a dejar la piel y no por eso vamos a dejar de atender a los mayores o hacer el teatro de Títeres. Nosotros no debemos a la Seguridad Social ni a Hacienda, como debe Jerez y por lo tanto, tenemos crédito.

-¿Pero ha pedido la subvención del 50% a la Junta?

-Lo que ha habido es un diálogo de palabra con el consejero de Turismo y Deportes. Nosotros sabíamos que no podíamos esperar a la subvención, como en el estadio de Huelva y por eso empezamos con nuestros medios y siempre dijimos que cuando llegara la última fase le solicitaríamos a la Junta que pusiera para la misma cantidad que ha puesto en otras remodelaciones de estadios. Y en las conversaciones que he tenido con ellos nos han dicho que no nos preocupáramos, que nos lo aportarían a través de un convenio para dos anualidades. Y no me habrán visto ustedes quejarme. Cuando crea que haya que pedirlo se lo pediré. Y ellos nos aportarán lo que crean. Si nos dan menos recursos que a Huelva, lo diremos.

-¿Y con la Zona Franca después del desencuentro del Estadio esperan colaboración en el aparcamiento de la plaza de Sevilla?

-Tenemos un convenio marco con la Zona Franca, pero no es para que se diga esto me gusta y esto no me gusta. Estoy muy tranquila porque tenemos varias alternativas. Nosotros preferiríamos la Zona Franca, pero si no quieren, no se quedará sin hacer, porque tenemos capacidad para ello y porque esta ciudad sigue suscitando interés en los aparcamientos. Tenemos nuestros tiempos marcados y no vamos a esperar eternamente. La Zona Franca tiene que saber que no es imprescindible para sacar este proyecto adelante.

-Se ha empezado a negociar la cesión de las murallas de Cortadura y el club Marte con Defensa...

-Yo me he reunido ya con tres directores de Infraestructura de Defensa diferentes. En la última, dijeron que en 15 días vendrían a Cádiz y no han venido.

-Pero es una venta, no una cesión...

-Si cuesta, lo pagaremos. Si es un precio razonable. No tiene sentido que la ciudad no pueda tener la propiedad de unas murallas que no sirven para la defensa ya. Tampoco tiene sentido que aquello sea la casa de Tócame Roque. Cualquiera que venga de Cortadura pensará: ¿qué hace el Ayuntamiento con esto? Es nuestra tarjeta de visita.

-¿Cuánto piden?

-Es que no lo sé. Vamos, yo me lo imagino, pero no lo quiero ni pensar, porque para qué voy a ponerme mal cuerpo. Sé que por el Casino Militar piden dos millones de euros y les dije que no, que esa no es una prioridad. Pero vamos, que las murallas serán de la ciudad cuesten lo que cuesten.

mcaballero@lavozdigital.es