Minerva lució en su estreno guiando la proa del navío. / N. RIENA
Ciudadanos

El primer viaje de Minerva

Atrajo las miradas de los más curiosos y pasó el examen con nota. La rehabilitación del mascarón del Juan Sebastián de Elcano fue lo más comentado por las cientos de personas que se acercaron al muelle para despedir al buque-escuela.

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Tras tres meses y medio de duro trabajo por parte del imaginero malagueño Rafael Ruiz Liébana, de los astilleros Nereo de Málaga y del Arsenal de La Carraca, ayer la figura de la diosa se convirtió en la guía del navío y un nuevo baluarte representativo del mismo.

Tanto el imaginero malagueño como el jefe industrial de La Carraca, José María Goyanes, acudieron a una de las citas más esperadas, el momento de ver salir a la figura totalmente restaurada, sobre todo por el mal estado que presentaba. Un trabajo por el que Rafael Ruiz se encontraba «muy satisfecho y emocionado», en espacial porque su trabajo va ser reconocido en diferentes puertos del mundo.

José María Goyanes también estaba «orgulloso por el trabajo realizado», sobre todo al ver la buena acogida que tuvo entre los asistentes, que disfrutaron del mascarón que se merece una embarcación que se ha convertido en un estandarte de la Armada española y que ya tiene a una diosa para protegerlo.