CARGADO. La embarcación permanecía ayer anclada en el muelle portuense. / C. LOJO
Sanlúcar

Incautadas más de cinco toneladas de hachís en dos operaciones en Sanlúcar y El Puerto

El primer cargamento, de 3.000 kilos, fue hallado en un yate anclado en el Club Náutico portuense y los 2.100 kilos restantes, en una lancha en el Guadalquivir Policía y Guardia Civil mantienen la búsqueda de los traficantes huidos

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Dos operaciones policiales independientes entre sí, aunque prácticamente paralelas en el tiempo, propinaron ayer un duro golpe al mercado del narcotráfico en la provincia. Los agentes lograron quitar del mercado más de cinco toneladas de hachís que habían sido introducidos en España por medio de dos métodos de alijo diferentes, aunque ambos de sobra conocidos en la provincia de Cádiz.

El primero de los cargamentos de droga viajaba desde Marruecos en un yate de recreo aparentemente inofensivo, que fue atracado en los pantanales del Club Náutico de El Puerto donde esperaba ser desalijado. El segundo de los cargamentos se introdujo, en cambio, a través de la desembocadura del Guadalquivir hasta la playa de la Jara, en Sanlúcar, por medio de una lancha neumática que fue abandonada por los narcotraficantes antes de desembarcar la droga.

Droga en el 'Esther Nara'

El yate encontrado en El Puerto, llamado Esther Nara y modelo Bavaria 36, fue anclado el martes en uno de los pantanales del Club Náutico con la excusa de que estaba averiado. No tiene propietario, ya que fue alquilado en Denia (Alicante), aunque tampoco se ha dado a conocer la identidad del cliente. El barco despertó de inmediato las sospechas de los trabajadores del Club Náutico, ya que los pilotos pagaron las tasas al instante y la línea de flotación de la embarcación estaba demasiado baja y la popa prácticamente hundida, debido al exceso de peso.

No obstante, fue una llamada anónima la que alertó a la Policía Nacional de las sospechas sobre el barco. Agentes de la comisaría portuense montaron un dispositivo con la colaboración del equipo canino de estupefacientes de la Guardia Civil, que confirmaron que en el barco había droga.

Una vez obtenida la orden judicial, la Policía intervino inmediatamente. El registro se produjo en la mañana de ayer, alrededor de las 9.30 horas, y en ella se descubrió un importante cargamento de 100 fardos, con tres toneladas de hachís.

En la investigación participan agentes del Greco (Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado) y de la policía científica de Sevilla y Cádiz, que han explorado el velero en busca de posibles rastros dejados por los narcotraficantes. También se ha tomado declaración a los trabajadores del centro náutico, que ayer mantuvieron silencio por orden de la empresa. Aunque no hay detenidos, fuentes policiales indicaron a Efe que la investigación está «muy avanzada». Por su parte, la droga ha sido puesta a disposición judicial. Y el barco permanece anclado en el muelle, decomisado y precintado por la Policía Nacional.

El camuflaje de los cargamentos de droga en yates de recreo o buques pesqueros es uno de los métodos más utilizados por los narcotraficantes, desde que la costa quedara prácticamente blindada por los radares del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil, con los que se controla el paso de embarcaciones en todo el litoral gaditano.

Las embarcaciones camufladas, sin embargo, no viajan directamente desde Marruecos, sino que alijan la droga en alta mar desde buques nodriza. Después son atracados en puerto, donde suelen permanecer una temporada intentando pasar desapercibido, hasta que los dueños de la droga (o sus mensajeros) recogen el cargamento. Cantidades similares han sido descubiertas en los últimos meses en los puertos de Sotogrande o el club Alcázar de Cádiz.

Un alijo frustrado

La segunda operación fue llevada a cabo por la Guardia Civil de Sanlúcar y se saldó con la incautación de 2.130 kilos de hachís, que se hallaban también empaquetados en fardos en una lancha neumática sin motor en la playa de la Jara, en la zona de Bajo Guía, justo en la desembocadura del Guadalquivir. En este caso, la droga iba a ser desembarcada en el momento en que arribó la lancha, pero el alijo fue frustrado por los propios narcotraficantes, posiblemente alertados de la presencia de la Guardia Civil. De hecho, en la zona fue también hallado un vehículo todoterreno modelo Nissan Patrol y con matrícula de Madrid, que estaba ardiendo en el momento en que fue descubierto por los agentes de la Benemérita. Supuestamente iba a ser el transporte en el que alijar la droga en tierra.

Hasta ahora no se ha informado de ninguna detención, aunque la Guardia Civil rastrea la zona de la desembocadura del Guadalquivir. Este rincón del litoral se ha convertido ya en la principal entrada del hachís procedente de Marruecos a través de lanchas, ya que hasta ahora no estaba cubierto por los radares del SIVE.