Crespí no esperaba el banquillazo

Martí Crespí recibió un sorprendente banquillazo en el encuentro ante el Eibar. El joven jugador mallorquín se vio obligado a probar el sabor de la suplencia, ya que Esteban Vigo se decantó de manera repentina por Álvaro Silva. La medida llamó la atención, pues Martí venía siendo titular indiscutible e incluso se había rumoreado con la posibilidad de que el Mallorca hiciera efectiva su opción de repesca en el mercado invernal. Pero, en medio de ese aparente momento dulce, Crespí entró en el año nuevo con mal pie y con una noticia que ni él mismo esperaba. Ayer, tras el entrenamiento, lo contaba el propio central: «No voy a mentir. La verdad es que sí que me sorprendió un poquito, pero ahora no me queda otra que seguir entrenando fuerte hasta que el míster me vuelva a poner en el once titular».

La titularidad de Silva le cogió por sorpresa, motivo por el que le ha afectado especialmente, pues «hacía ya tiempo que no me pasaba esto y lo cierto es que el viaje y el fin de semana sí que lo he pasado un poquito mal, pero hay que ser fuerte. Dicen que las cosas malas te sirven para mejorar mentalmente, y a ver si esto me sirve para hacerme fuerte y supero esta adversidad. A ver qué decide el míster el domingo».

Al joven jugador del Xerez se le preguntó ayer si consideraba que estaba pagando él los platos rotos el día ante el Nàstic. Algo que Martí no sabía. «La verdad es que contra el Nàstic no hice mi mejor partido. No estuve fino con el balón en los pies. En defensa me defendí, pero con los pies estuve muy mal. El equipo tampoco estuvo del todo bien y si lo tenía que pagar alguien, a lo mejor he sido yo. Tampoco creo que sea esto». Recuerda que «sí que tuve un fallo en el marcaje. Hay que aceptar los errores, pero cuando hay una derrota no hay que achacárselo a un solo jugador pues esto es un juego de equipo. Si ganamos lo hacemos todos y si perdemos también perdemos todos. A ver si ahora, después del empate en Eibar logramos ya la victoria ante el Tenerife».

El defensor xerecista estaba siendo uno de los jugadores que más minutos estaba acumulando, pues tras su tardía llegada parecía haberse hecho con un puesto en el once. Precisamente por esto «ha sido un poco fuerte, porque se estaba hablando de que el Mallorca en teoría podría repescarme para volver, y son muchas cosas para un jugador joven. Más aún, teniendo en cuenta que ahora llega el tramo importante de la temporada y empiezo a ser suplente. Ahora no me queda otra que seguir para volver al equipo titular, y cuanto antes mejor».

El papel de suplente no le sienta bien a ningún jugador y por ello Crespí está «forzando un poquito más, si es que cabe, esta semana para ver si el domingo el míster decide ponerme otra vez de titular. Nunca he tenido la mentalidad de suplente y no la voy a tener ahora por estar un partido en el banquillo. Esta semana a lo mejor sí puedo volver a entrar en el once y sino no me queda otra que esperar».

El palo ha sido más importante que el que sufrió en los primeros partidos de la temporada, pues en aquella ocasión entendía que era lógico. Él mismo lo explicaba: «Es mucho más duro porque al principio el equipo estaba bien y ganando en Liga. Era difícil cambiar el once. Ahora venía jugando varios encuentros, me llegó la expulsión que me pudo doler anímicamente al descansar en el encuentro contra el Castellón y después el partido ante el Nástic no tuve una buena actuación. Por todo ello, ahora hay que ser fuertes, aunque en esta ocasión la suplencia duele bastante más».

Como suele ser habitual en estos casos el míster no le ha dado «ninguna explicación, pues tampoco me la da cuando juego. No tiene por qué hacerlo». Pero esto no quita que fuera una decisión que no se «esperaba porque yo estuve entrenando bien, tratando de hacerlo lo mejor posible. El míster no habló conmigo ni antes ni después y cuando dio la alineación sí que me sorprendió bastante y fue un golpe duro para mí. Ahora hay que levantar cabeza como sea».

Su meta en estos momentos no es otra que la de volver a entrar en los planes de Esteban Vigo, pero Martí no sabe qué grado de dificultad tiene en estos momentos su objetivo «ya que si este fin de semana decide dejarme en el banquillo, a lo mejor sí que lo veo más complicado lo de volver al once».

Estos días los afronta con incertidumbre. Nerviosismo que se mantendrá hasta el momento en que Esteban dé la charla previa al encuentro y la alineación inicial. «Si fue duro lo de la semana pasada, esta puede serlo aún más, ya que dolería un poquito y podría pensar que me espera una época en el banquillo. De cualquier manera, no hay que esperar esto. Prefiero aguardar hasta el domingo, y si finalmente toma esta decisión, ya veremos qué pasa».

Mercado invernal

Lo de volver al Mallorca antes de que se cierre el mercado lo ve complicado porque ha «hablado con el Xerez y en ningún momento ha habido intención de que me fuera para el Mallorca, pero queda todo el mes. Mi primera intención era quedarme aquí porque el equipo estaba bien, ya que lo importante era tener muchos minutos y los estaba teniendo. Además, el equipo está arriba. El Mallorca es un Primera, el entrenador no me había dado oportunidades y sería complicado por los tres centrales que hay y la situación por la que están pasando. Mi primera intención era quedarme aquí acumulando el máximo de minutos posibles e intentar algo con el Xerez, pero ahora la cosa ha cambiado un poquito y habrá que espera para ver qué es lo que pasa esta semana». Los minutos hasta que llegue el momento en el que Esteban recite la alineación se le harán largos porque aunque «siempre he tenido la incertidumbre, pero a lo mejor esta semana es un poquito más. Después de que la semana pasada me quitará del once, sí que vas con un poco más de dudas. Esperaremos la charla, pero lo importante es que ganemos el domingo al Tenerife».

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