Fernanda Prieto. / T. B.
Ciudadanos

Los problemas se agravan a los 48 años

Fernanda Prieto Romero, de 48 años de edad, está separada y es madre de dos chicas y un varón. Dos de ellos aún viven con ella. Está parada desde principios de 2008 y en la actualidad cobra 413 euros del subsidio de desempleo. Prieto es auxiliar de clínica con un año de estudios de ATS y técnico de administración hotelera, ha estado trabajando tres años en una inmobiliaria y otros cuantos en comercios y últimamente estuvo cuidando a una persona mayor hasta que tuvo que dejarlo porque contrataron a una mujer interna. Hace poco realizó un curso de alemán impartido por el Instituto Municipal de Promoción. Asimismo, Fernanda Prieto también ha estado diez años preparando oposiciones y sacando en la última un 9,5 de nota, pero «como el puesto es por concurso, los interinos nos quitan todas las plazas entrando con sólo un cinco», asegura.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Por lo visto, para poder trabajar no se puede tener 48 años y aunque he intentado colocarme en puestos que no necesitan nada de la preparación que tengo, como cajera o limpiadora, soy por lo visto muy mayor para poder trabajar, y cuando fui a hablar con la trabajadora social, me dijo que mi hija se pusiera a trabajar, que estudiar era un lujo».