Varapalo a Ingenieros y Ciencias

El tira y afloja entre la Universidad y Dragados S.A. por las obras de la Facultad de Ciencias y la Escuela de Ingenieros ha terminado en ruptura irreconciliable. La UCA ha decidido rescindir el contrato con la adjudicataria de las obras de la Facultad de Ciencias y la Escuela de Ingenieros que se construyen en el Campus de Puerto Real tras seis meses de negociación para llegar a un acuerdo. El motivo ha sido la ralentización de los trabajos y un incremento «desorbitado» sobre los costes iniciales del proyecto que la constructora ha exigido, según avanzó el rector, Diego Sales.

La decisión la tomó ayer el consejo de dirección de la Universidad tras el último encuentro entre el órgano educativo y la firma, que lejos de acercar posturas sirvió para romper definitivamente las relaciones entre ambos. Desde este verano, Dragados ha ralentizado los trabajos hasta echar el freno, lo que desbarata las previsiones de la UCA que ya contaba con tener a punto el edificio de Ciencias para principios de años y con la de Ingenieros para abril de 2010.

Costes elevados

Para el rector las exigencias de Dragados son «abusivas» y poco tienen que ver con el planteamiento inicial que hizo la empresa. Según avanzó, la constructora pide un 40% más del presupuesto de la Escuela de Ingenieros, que se comprometió a hacerla en casi 18 millones y un incremento del 110% sobre el de la Facultad de Ciencias, cuyo importe de adjudicación se fijó en 10,7 millones. De acceder a las pretensiones de la constructora, el montante total ascendería a unos 47 millones, 19 más de lo que se pedía en un principio, una cifra a la que la UCA no está dispuesta a hacer frente.

El director general de Infraestructuras y Sostenibilidad, Diego Torres, explicó que un cambio de empresa va a suponer retrasos importantes en la terminación de los edificios, pero «serán menores que seguir construyendo a una velocidad tan lenta». Torres calcula que la nueva adjudicación de la obra llevará algo más de cuatro meses y quedará en manos de las compañías que participaron en el concurso público. «Ya conocen el proyecto y de lo que se trata es de terminar un trabajo».

La UCA se encuentra actualmente en el periodo inicial de la resolución del contrato. Una vez firmado el documento se le pasará a Dragados para que haga las alegaciones oportunas y posteriormente se procederá a realizar una valoración de los trabajos y los pagos satisfechos. De momento no ha contactado con ninguna constructora, aunque el rector ha asumido el compromiso de tener listos ambos edificios para el próximo curso y supondrán una prioridad en los planes de este año.

La idea es que las nuevas facultades estén funcionando cuando empiecen a impartirse las titulaciones adaptadas al Proceso Bolonia. Las carreras que imparte la Facultad de Ciencias (Ambientales, Química y Ciencias del Mar) ya tienen sus planes listos y entrarán en vigor el próximo curso. Ingeniería esperará al siguiente.

No obstante, el parón de las obras afecta también a otras titulaciones que cambiarán de ubicación como es el caso de la Facultad de Educación. Estaba previsto que sus alumnos se trasladaran desde el Campus de Puerto Real al aulario de la calle Chile, en el casco histórico de Cádiz, en el segundo cuatrimestre del próximo curso, pero parece que pasarán el año completo en su antiguo edificio. La obra que está más retrasada es la de la Escuela de Ingeniería. En la actualidad ya se puede ver la estructura del edificio, que tiene dos plantas de altura. Una estará destinada a las aulas y otra a los laboratorios y departamentos. En cuanto se produzca el cambio de ubicación de la Escuela, la UCA también llevará a cabo la reorganización de otras facultades, ya que este traslado dejará desocupados tres inmuebles en la capital.

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