Vista del mascarón de proa del buque escuela Juan Sebastián Elcano que ha realizado hoy una travesía desde el Arsenal de la Carraca, en San Fernando, hasta el puerto comercial de la capital gaditana para la restauración del mascarón que representa a la diosa romana Minerva portando a sus pies el escudo de España. / ROMÁN RÍOS
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Elcano luce su renovado mascarón de proa en aguas de la Bahía

Cádiz Actualizado: Guardar
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Elcano ha surcado hoy las aguas de la Bahía de Cádiz luciendo su restaurado mascarón de proa. El buque escuela partía esta mañana desde La Carraca en San Fernando rumbo al Puerto de Cadiz en un trayecto que ha servido para presentar al público los trabajos realizados.

La restauración, realizada por el imaginero malagueño Rafael Ruiz tuvo que hacer frente a todos los deterioros ocasionados por la mar y la intemperie y armonizar las variadas reparaciones que se hicieron a lo largo de esos años en el arsenal de La Carraca. El propio autor ha reconocido hoy que en momentos llegó a pensar que no sería posible restaurar el mascarón debido a los importantes daños que presentaba.

Elcano permanecerá en Cádiz hasta el próximo sábado cuando partirá rumbo a América, donde hará escala en puertos como La Habana o Cartagena de Indias.

Su historia

El mascaron, que representa a la diosa romana Minerva portando a sus pies el escudo de España, es la segunda copia del original que llevaba el buque en lo alto de su tajamar en 1927, cuando fue botado desde las gradas del astillero gaditano Echevarría y Larrinaga, predecesor de las actuales instalaciones que actualmente rige la empresa Navantia.

Tallado en cedro americano, este tercer mascarón ha sufrido los embates de la mar durante casi un cuarto de siglo en el que el buque ha recorrido más de medio millón de millas náuticas, la distancia equivalente a 23 vueltas al mundo.

El mascarón de proa solía tener relación con el nombre del buque, armador o nación constructora y se decía que era el alma de la nave y que la amparaba en sus navegaciones. En el caso del Juan Sebastián de Elcano, el primer nombre elegido para él fue Minerva, pues iba a ser el sustituto de otro velero de igual nombre comprado en el extranjero, pero que no llegó a utilizarse por no reunir las condiciones necesarias.

Sin embargo, durante una visita a Cádiz del entonces presidente del gobierno de Alfonso XIII, general Primo de Rivera, el director de los astilleros le propuso que se cambiase el nombre del buque en construcción por otro más relacionado con la historia marítima española.

Desde entonces, el buque-escuela lleva el nombre del famoso circunnavegante, pero ha sido Minerva la que ha estado coronando su tajamar en sus 81 años de vida.