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El bebé encontrado en la playa malagueña de Huelin aún estaba vivo cuando lo arrojaron al mar

Juan Cano |
MálagaActualizado:

Las pesquisas en torno a la muerte de un bebé cuyo cadáver fue hallado el domingo en la playa de Huelin han dado un giro inesperado. Los investigadores manejan ahora la hipótesis de que la niña aún estaba viva cuando la arrojaron al mar, a tenor de los resultados de la autopsia.

En el examen forense, que se practicó ayer por la mañana en las dependencias del Instituto de Medicina Legal (IML) en la Ciudad de la Justicia, se ha detectado la presencia de agua en los pulmones y en otros órganos internos de la pequeña, lo que avalaría la tesis de que pereció ahogada.

Los hallazgos de la autopsia han supuesto un vuelco a la línea de investigación inicial, ya que las primeras pesquisas apuntaban a que el bebé murió en otro lugar y luego se deshicieron del cadáver arrojándolo al mar. El giro que ha dado la investigación añade aún más dramatismo a este macabro caso.

La investigación, a cargo del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, se centra en identificar a la pequeña y, por tanto, a sus progenitores. Entre otras líneas de trabajo, se ha empezado por visionar las grabaciones de las cámaras de vigilancia del tráfico que tiene instaladas en Área de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga.

El hallazgo del cadáver se produjo el domingo sobre las nueve y media de la mañana. Un hombre que caminaba por la playa de Huelin encontró el cuerpo de la pequeña en la orilla del mar, justo enfrente del edificio de Tabacalera. Estaba desnuda.

Las fuentes consultadas confirmaron asimismo que la niña sólo tenía unos días de vida, probablemente menos de una semana. No en vano, aún llevaba la pinza que se le coloca a los bebés en los hospitales al cortarles el cordón umbilical, tal y como informó ayer este periódico.

Las primeras pesquisas apuntan también a que el cuerpo estuvo muy poco tiempo en el agua. De hecho, otra de las pistas con las que cuenta la policía son los testimonios de varios testigos que aseguraron haber visto a un hombre en la orilla de la playa con un carrito de bebé poco antes de que se hallara el cadáver.

Al parecer, hubo al menos dos personas que vieron a este hombre deambulando por la playa con el cochecito y mirando a su alrededor, aunque –según las fuentes– ninguno de ellos lo vio arrojando algo al mar. No obstante, dado que el hallazgo del cadáver se produjo poco después, se sospecha que pudo ser este individuo el que tiró al recién nacido al agua.

Los curiosos que se congregaron en el lugar de los hechos no salían de su asombro y mostraban su repulsa ante lo sucedido.