Y Sus Majestades llegaron a Jerez
Miles de personas disfrutaron ayer de la primera Cabalgata de Reyes presidida por el Ratón Pérez
Actualizado:Javi tiene cinco años y ayer salió de casa temprano y bien abrigado por su madre. Recuerda pocas cosas de la Cabalgata de Reyes del año pasado y para él casi todo ha sido nuevo. A las cinco y veinte de la tarde ya estaba en la puerta principal del Parque González Hontoria y menos mal que su familia fue previsora porque esta vez -al contrario de lo que ocurrió en 2008- los tuaregs enfilaron la avenida Álvaro Domecq a las cinco y media clavadas.
La comitiva salió ordenada y perfectamente coordinada desde el principio, por lo que Javi no se aburrió entre carroza y carroza como el año pasado. Cuando dejaba de mirar hacia un lado ya venía por el otro la carroza que anunciaba a Melchor (encarnado por Antonio Sánchez Mejías), los burritos cargados de naranjas, el camello, una nueva charanga o el desfile de los romanos. La Cabalgata de Reyes no contó este año con la espectacularidad de animales salvajes como el elefante o las serpientes, aunque la curiosidad de Javi -y también la de sus padres- quedó cubierta con las demostraciones de cetrería o el baile de las bolas gigantes y saltarinas al ritmo de la música. Cada una de las 18 carrozas deparaba una sorpresa. Por ejemplo, la dedicada al grifo (animal mitológico mitad águila, mitad león) se incorporó al llegar a Santo Domingo alcanzando una altura más que considerable. En total, 800 figurantes que pusieron color y diversión a la cabalgata más esperada del año en Jerez.
Como es habitual, fueron las tres carrozas reales las que despertaron más aplausos y vítores entre el público que atestó por miles todo el recorrido de la comitiva real, desde el González Hontoria hasta Santo Domingo pasando por las calles Sevilla, Guadalete, Porvera, Larga o la plaza de Las Angustias. Quizás el más celebrado fue el paso de Gaspar (encarnado por el presentador Jaime Cantizano) que hasta se puso de pie para que los regalos que lanzaba desde su trono llegaran lo más lejos posible.
Coronación
Antes de que Javi viera por primera vez a los Reyes Magos, Sus Majestades habían sido coronados en un acto solemne celebrado en el Alcázar al que acudieron también muchas familias. Ya ataviados con sus características indumentarias, los tres Reyes cumplimentaron el último paso antes de repartir ilusión por toda la ciudad. Tras las cuatro horas largas de Cabalgata y la Adoración en el Belén Monumental, los Reyes completaron su periplo acudiendo al Hospital de Jerez para visitar a los niños que no pudieron presenciar la comitiva.
El ratón descolorido
Una de las novedades de este año fue la presentación en sociedad de la recién elegida mascota de la ciudad, el Ratón Pérez. A pesar de que se había anunciado a bombo y platillo, el famoso personaje del Padre Luis Coloma no logró captar la atención de la mayoría de los jerezanos. A la altura de Santo Domingo, la carroza que llevaba la imagen del Ratón Pérez y sus figurantes iba totalmente descolgada del resto de la comitiva y el público no aguardó a verlo pasar sino que, tras el trono de Baltasar, comenzó a dispersarse sin más miramientos.
Javi abrió los ojos como platos con el primer tuareg y seguía nervioso cuando ya le había pedido a gritos al Rey Baltasar (Ana María Salas) que le tirara más caramelos y algún juguete. Gracias a las manos de sus padres y a un paraguas colocado bocabajo, Javi terminó la velada de la ilusión enseñándole a sus primos todos los caramelos que había conseguido y aguardando ya a que Sus Majestades y los camellos se bebieran la leche y el agua que les había dejado preparados en casa.
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