
El regalo de última hora
Los centros comerciales de la provincia recibieron ayer otra avalancha de clientes que trataba de completar la carta de Reyes Magos
Actualizado: GuardarLa tienda deportiva Decathlon, en El Puerto, se quedó a las tres de la tarde de ayer sin bolsas grandes ni papel regalo. Esta misma situación se repitió en muchas otras tiendas, donde el regalito había que envolverlo en casa porque ya no quedaban los sobres de embalar. Los gaditanos apuraron hasta última hora para completar la carta de los Reyes Magos. Las estanterías de los diferentes establecimientos comenzaron a mediodía a sentir la falta de algunos artículos, y es que los descuentos y las rebajas adelantadas han hecho aún más difícil encontrar los últimos regalos para el día de Reyes. Algunos juguetes comenzaron a agotarse gradualmente en vísperas de Navidad, pero ayer continuaba la avalancha de clientes buscando algunas gangas de última hora. Conseguirlo era lo más complicado.
«Se nos ha olvidado el abuelo... No me acordé de mi cuñada... Creo que Juan me regalará algo, y quiero buscarle un detalle...». Estas eran las razones que llevaron ayer a miles de personas a visitar deprisa y corriendo los diferentes centros comerciales de la provincia. Ni un minuto de descanso. Los aparcamientos, las tiendas y los bares permanecieron llenos durante toda la jornada.
Las caras de los clientes dejaban ver ya el cansancio y la desesperación, «estoy harto de navidades», decían algunos, e incluso una chica lloraba en el centro comercial Bahía Sur porque se había quedado sin el pantalón que quería regalarle a su novio. Algunos maridos esperaban a que sus mujeres terminaran las compras y es que, después de semanas de consumo. las fuerzas empezaban a flaquear.
«Te espero tomando una cerveza», comentó un hombre a su mujer en Bahía Sur de San Fernando, mientras cargaba varias bolsas.
Además, algunas tiendas como Springfield o Benetton colgaron hace días el cartel de rebajas al 50%, lo que provocó un permanente goteo de clientes que iban a cazar una ganga. De hecho, estos establecimientos eran los que más visitas recibieron ayer.
Pero, a pesar de la falta de tiempo y el estrés, los consumidores no abandonaron la cita con el café o la cerveza, así que las cafeterías permanecieron durante toda la jornada prácticamente llenas. Incluso algunos clientes tuvieron que hacer cola para tomarse un refresco después de horas de compras.
Pero cuando parecía que todo había acabado y que por fin la lista de regalos había concluido algunos se daban la vuelta porque se les había olvidado uno de los elementos más importantes del día de Reyes: el tradicional roscón.
Hasta arriba de trabajo
Mientras tanto, los dependientes, visiblemente cansados, temían la llegada de las rebajas. «Esto acaba de empezar, nos quedan los locos de las ofertas», comentó Julia Montesinos, dependienta de un establecimiento de complementos a la que aún le queda lo peor: devoluciones y rebajas. Las horas en las que duró la cabalgata de Reyes fue el único tiempo de respiro para algunos dependientes de Cádiz, que aseguraban bajar el ritmo de trabajo al menos por unas horas.
Así, el centro El Paseo, en El Puerto, por ejemplo, fue uno de los lugares donde más se noto «la hora de la comida y el espacio en el que las familias van a ver la cabalgata de Reyes, porque los supermercados tienen una clientela más familiar», explicaba una dependienta.
Sin embargo, no hay tiempo para el descanso, ya que mañana todas las tiendas tendrán puesto el cartel de rebajas. «Hoy no nos vamos hasta que la tienda esté lista; hay que poner carteles, la nueva etiquetación y sacar cosas del almacén», explicaba anoche a LA VOZ una dependienta de Zara. Y es que las previsiones apuntan a que habrá otra avalancha de clientes durante los primeros días de enero, a pesar de la crisis,