Zapatero vuelve al trabajo con la financiación como tarea urgente

El Gobierno se ha marcado un plazo de seis meses para cerrar definitivamente el procedimiento de reforma del sistema de financiación autonómica. Y teme no ser capaz de cumplirlo. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, prevén medio año de trabajo intenso a uña de caballo. La primera tarea de 2009 para José Luis Rodríguez Zapatero, tras su descanso en Doñana, será convencer a cuatro de los presidentes autonómicos que aún no han pasado por La Moncloa de las bondades del nuevo modelo.

Al jefe del Ejecutivo le espera hoy una jornada maratoniana que arrancará con la entrevista con el presidente popular de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y concluirá con el socialista castellano-manchego, José María Barreda. En medio, atenderá al socialista aragonés, Marcelino Iglesias y al popular murciano, Ramón Luis Valcárcel.

En principio, los negociadores gubernamentales no esperan grandes problemas con estos interlocutores. Si Zapatero optó por dejar los encuentros para después de las vacaciones navideñas, e incluso para después de que Solbes y Ocaña presentaran su propuesta, el pasado 30 de diciembre, fue porque creía haber tratado ya con quienes podían bloquear el acuerdo: las comunidades más ricas y las más desfavorecidas (que son las que más se benefician del sistema aún vigente). Pero las demandas de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Murcia no tienen peculiaridades.