¿Territorios libres de humo?
El punto más débil de la Ley Antitabaco sigue siendo su escasa aplicación en bares y restaurantes
Actualizado:Uno de los aspectos más ambiciosos de la llamada Ley Antitabaco fue limitar su consumo en los locales de restauración, una medida que suscitó gran controversia y que hoy en día continúa siendo el extremo por donde más flaquea la norma. El elevado porcentaje de población fumadora, la escasa conciencia del daño que el humo provoca a terceras personas y la falta de un control permanente en bares y restaurantes han hecho que la prohibición de fumar quede en muchos casos en papel mojado.
Los empresarios del sector se han visto convertidos en policías para vigilar a sus propios clientes. Pero la mayoría de las veces su esfuerzo resulta insuficiente y, ante la falta de medidas efectivas, la posibilidad de fumar queda al arbitrio de los usuarios. Esta es una de las quejas más frecuentes que se recogen desde asociaciones como Nofumadores.org y particulares. Creen que la Ley no garantiza el derecho de los ciudadanos a vivir libres de humo.
El presidente de la asociación de hosteleros gaditanos (Horeca), Antonio de María, defiende que los empresarios de la provincia han hecho sus deberes y que «si hay incumplimiento es por parte de la gente, pero no de las empresas». «Si vemos a alguien que está fumando -asegura-, se le dice que deje de fumar o lo denunciamos a la Policía», pero reconoce que «a veces es muy difícil de localizar al que fuma en locales donde hay hasta 700 personas».
De María piensa que la Administración encargada de realizar las inspecciones (la Delegación Provincial de Salud) está haciendo bien su trabajo y, según los últimos datos facilitados por la propia delegación, entre enero y mayo de este año se interpusieron 73 denuncias por incumplimiento de la Ley y se tramitaron 39 expedientes en toda la provincia. «A estas alturas cada uno tiene claro cuáles son sus responsabilidades -subraya el portavoz de los hosteleros- y en todos los locales está perfectamente señalizado dónde está permitido fumar».
Sin embargo, son muchas las voces que reclaman un endurecimiento de la norma que haga extensiva la prohibición a todos los bares y restaurantes, porque creen que sólo así será efectiva. Como otros jóvenes gaditanos, José Miguel Almagro lamenta tener que respirar el humo de los demás cada vez que sale a comer o tomar una copa: «Los no fumadores somos demasiado tolerantes, seguimos yendo a los mismos sitios y nos tragamos el humo. Yo sería más riguroso con la aplicación de la Ley y reduciría cada vez más las zonas para fumadores porque de momento es una Ley muy bonita pero de plástico, porque no se aplica». Y continúa: «Salvo grandes cadenas, es muy raro llegar a un sitio y que tengan una zona acotada como dice la norma. En bares y discotecas por la noche olvídate porque hay muy pocos lugares donde no se pueda fumar. No ha habido una evolución después de la Ley, somos muy permisivos».