Descontrol aeroportuario
Actualizado:El anómalo funcionamiento del aeropuerto de Madrid -Barajas que por segundo día consecutivo vivió ayer una jornada con numerosas cancelaciones de vuelos, retrasos superiores a una hora en la salida de varios aviones, largas colas ante los mostradores y acusaciones entre los responsables de AENA y los colectivos de pilotos y controladores, confirmó las dificultades de gestión que atraviesa el más importante aeródromo nacional. Pero el problema de Barajas se amplifica y repercute en toda la red de aeropuertos del país y en miles de usuarios irritados por la mala calidad del servicio de transporte aéreo que reciben sin que una explicación convincente arroje luz sobre el origen de los problemas. Las siete bajas médicas del pasado viernes en el colectivo de controladores provocaron un principio de colapso en el ritmo de operaciones del aeropuerto sin que ningún directivo de la compañía interviniese para determinar el origen de tan sospechosa coincidencia o adoptara medidas para paliar sus desastrosas consecuencias. Los responsables de AENA ofrecieron, por su parte, explicaciones de pretendido carácter técnico y organizativo para justificar el funcionamiento durante los pasados días de dos de las cuatro pistas del aeródromo. Pero entre tanto, cientos de viajeros sufrían retrasos de una media de 38 minutos; algunos alcanzaron hasta las dos horas y una treintena de vuelos nacionales quedaron cancelados sin que nadie se arriesgase a pronosticar un plazo de tiempo para recuperar la normalidad. La situación exige a los responsables de AENA y a los directivos de Iberia, en primera instancia, ofrecer explicaciones completas a los pasajeros perjudicados y a la opinión publica y, a la mayor brevedad, recuperar la normalidad de las operaciones de un aeropuerto clave para garantizar el derecho a la libertad de transito en nuestro país.