Un empate agradecido
El Xerez salva un punto tras comenzar perdiendo en una de las peores primeras parte de la temporada Antonio Calle dio una gran asistencia de gol antes de dejar a su equipo con un jugador menos
Actualizado:Hay puntos y puntos; empates insípidos que saben a derrota y puntos engordados que sientan como grandes victorias. El de ayer en Eibar es de los primeros empates que sienta bien en el Xerez Deportivo, de los primeros que se saborean con regusto victorioso, pues después de muchas semanas, el conjunto de Esteban Vigo se topó con un equipo que fue superior durante gran parte del encuentro y en varias facetas del juego. Además, encontró la complicidad del colegiado a pesar de que el trencilla expulsara a un Antonio Calle que, por segunda vez en la temporada, dejó a su equipo con un hombre menos.
Al termino del encuentro y ya conociendo los resultados de los equipos de la zona alta, el empate se paladeó un poco más, pues de momento los azulinos se mantienen en ascenso y a sólo dos puntos del líder, tras los empates del Salamanca y el Zaragoza. Hoy tendrá que estar muy pendiente a lo que hacen el Hércules y el Tenerife. Una victoria de los alicantinos sacaría al Deportivo del trío de cabeza, y un triunfo del Tenerife le permitiría llegar la próxima semana a Chapín igualado al equipo que dirige Esteban Vigo. Un técnico, el malagueño, que ayer no tenía una tarde sencilla. El preparador intentó solucionar sus problemas en la delantera descolocando a Viqueira, y el sistema se descompensó. El resultado fue una primera parte nefasta. Posiblemente, -reconocido por el propio Esteban- de las peores de lo que va de campaña.
Gran arranque armero
El Eibar apareció en el terreno de juego vasco en el punto exacto de revoluciones. Su salida fue perfecta y desde los primeros minutos ganó metros y se impuso con claridad a un Xerez que ni defendía ni atacaba con fluidez. Carlos Pouso supo superar la enésima dificultad -Markel no fue capaz de pasar la prueba que le realizaron minutos antes de comenzar el encuentro- y plantó en el rectángulo de Ipurúa un once que superó durante toda la primera mitad al equipo de Esteban Vigo. Un conjunto que no se pareció en nada a ese Xerez que asombró a toda la categoría en el primer tercio de Liga. Los cuatro hachazos, las cuatro importantes bajas que padecía el once de Esteban pesaron demasiado en un Xerez que no era capaz de mantener la posesión, que no creaba peligro por banda y que sufría tremendamente en casi todos los aspectos defensivos. Los problemas para frenar las jugadas a balón parado no eran ninguna novedad, y ni tan siquiera los centímetros que aportaba Álvaro Silva sirvieron para pasar menos apuros. Sí llamaron más la atención las dificultades para defender las jugadas por banda o lo que les costaba a los azulinos frenar las contras vascas.
En los primeros cinco minutos provocaron dos corners, antes del diez ya habían puesto en apuros a Chema, y justo cuando aterrizaba el encuentro en el primer cuarto de hora, Yagüe fue capaz de abrir el marcador. El tanto llegó a la contra, pero fueron muchos los aspectos defensivos que fallaron, pues el lateral del Eibar se incorporó sin que nadie le tapara, a Francis no le dio tiempo a llegar a su zona y Yagüe remató en el palo de Chema anticipándose a los dos centrales. El gol no hacía más que justificar el dominio del conjunto armero, que además no dejó que los azulinos salieran de la cueva en toda la primera parte. Y es que salvo una tímida falta directa de Viqueira y un par de disparos lejanos, pero potentes, de Aythami y Vicente Moreno, poco más aportó ofensivamente el Deportivo. Todo lo contrario que un Eibar que dejó temblando la portería de Chema justo antes del descanso. El palo impidió que Sutil ampliara la ventaja antes de que se fueran al vestuario y ese respiro fue perfectamente aprovechado para que Esteban Vigo pudiera reactivar a los suyos, pues tras la reanudación sí salió al campo algo parecido a la mejor versión del Xerez. Desde el primer pase se cambió la cara de un equipo que se enganchó al encuentro con un tanto tempranero. El gol tuvo dosis de fortuna y de calidad por igual, pues Calle aprovechó un rebote y una mala parada del meta del Eibar para asistir de tacón a Momo. El canario fusiló en una de sus pocas apariciones entrando desde atrás y colocaba de nuevo el empate en el marcador.
Fue entonces cuando se libró una batalla de poder a poder con acercamientos en las dos porterías y que sólo quedó descompensado con la infantil expulsión de Calle. El punta vio dos cartulinas amarillas por simular falta dentro del área. La primera fue excesivamente rigurosa, pero en la segunda, que fue más clara, además desaprovechó uno de esos mágicos pases de Viqueira. Al madrileño sólo le perdonará el recuerdo, que es positivo, por sacar adelante un dificultoso encuentro.Como se suele decir: empate y gracias.
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