2009
Actualizado: Guardaro caben las medias tintas en el año que acaba de comenzar. Aunque la especie humana y, por tanto, el gaditano vayan a peor sin que nadie ponga freno a nuestras carencias, llámense unos bolsillos repletos de telarañas o la falta de cultura entre los más jóvenes; a los ciudadanos de una capital que se aferra al 2012 como su punto de inflexión, sólo hay una cosa que les quita el sueño y es que el Cádiz abandone Segunda B cuanto antes. Cualquier otra situación en la que se encuentre el primer equipo de la ciudad el próximo mes de junio sería un tremendo fracaso que apuntar en la cuenta de Antonio Muñoz y Julio Peguero. Un año de expiación podría hasta antojarse corto, a tenor de los errores de bulto acumulados en 2008, pero se cuentan por cientos los que no tienen culpa de tanto despropósito en una ciudad muy necesitada de alegrías para sobrellevar su mediocre existencia. Y como ya hace mucho tiempo que de Cortadura hacia dentro sólo importa (al Ayuntamiento también) el fútbol, y si no que se lo pregunten a la gente del balonmano, fútbol sala, baloncesto, vela..., hagamos votos para que al bueno de Javier Gracia le siga sonriendo la suerte del mismo modo que García Remón, Calderón, Raúl Procopio y Julián Rubio se empeñaron en helarnos la sangre la pasada temporada. No hay peor pesadilla para un cadista que ver a su equipo en una categoría inferior a la del Xerez y si encima el vecino, que no amigo, jerezano está en el pelotón de aspirantes al ascenso a Primera, se puede entender la imperiosa necesidad que tienen los inquilinos de los fondos, preferencia y tribuna (hasta que la derrumben) de Carranza de un tremendo subidón. 2009 se presenta, por tanto, con un objetivo claro y que sirve para aglutinar el deseo de muchos gaditanos, tanto de los que ven la palabra crisis pasar de largo como de los que la están padeciendo a diario. Estoy con estos últimos.