« Pedro Álvarez El chocolate no sustituye al sexo: lo complementa»

-Todavía no mucho. Pero da felicidad. Pequeñas dosis de felicidad que llenan más que el dinero. Y causan menos quebraderos de cabeza.

-¿Áspero o suave?

-Suave. Pero no demasiado suave...

-¿Y usted?

-Suave, pero no demasiado suave...

-¿La vida es como una caja de bombones?

-Eso opina Forrest Gump. Como una caja de bombones, sí, pero con algunos huecos por rellenar. A veces, incluso, uno se topa con algún envoltorio vacío y se le queda una cara...

-Dicen que parte de la 'adicción' que provoca el chocolate es porque actúa como sustitutivo del sexo.

-No creo que al sexo lo pueda sustituir nada, la verdad. Como mucho, lo complementa. Además, no hay ninguna necesidad. ¿Por qué renunciar a uno de esos dos placeres máximos cuando es tan fácil compaginarlos?

-¿Se puede construir una marca desde Cádiz?

-Se puede, se puede.

-¿Cómo se hace?

-Aprovechando las ventajas del mundo globalizado. Hay que tener una idea, claro, una buena idea... Y saber venderla. No es como antes, cuando vivir en una capital de provincia podía limitarte mucho.

-¿Sobra o falta azúcar en su vida?

-Me gusta pensar que tengo la cantidad justa. O, por lo menos, para eso me esfuerzo.

-Pídale algo a los Reyes Magos, que ya tienen que andar de camino.

-Que la crisis sea indulgente con quienes no tienen capacidad para afrontarla, que no la tome demasiado con los débiles... Los demás seguro que, mejor o peor, nos las acabaremos apañando.

-¿Qué es para usted el chocolate del loro?

-Si te refieres a algo banal o prescindible, todo lo que tenga que ver con las actitudes agresivas, egoístas, con la falta de educación y con la chulería.

-¿Dulce o amargo?

-No demasiado dulce, para que no empalague...

-¿Y usted?

-No demasiado dulce, para no empalagar. Viene bien un puntito amargo, equilibrado, sin pasarse...