El combustible baja un 40% desde julio y llenar el depósito cuesta 26 euros menos

Si la crisis y el paro han copado las noticias más pesimistas del año que acabamos de dejar atrás, un dato económico ha concedido ciertas alegrías a los consumidores en los últimos meses de 2008. Al menos a aquéllos que utilizan a diario los medios de transportes a motor: sin duda, la bajada paciente, lenta pero constante de los precios de carburantes a partir del verano se ha convertido en un oasis en medio del desierto económico de la crisis.

Los valores de la gasolina y el gasóleo han llegado a situarse en unos niveles históricos durante el pasado año, tanto por arriba como por abajo. Por un lado, a mediados de 2008 los precios de los carburantes alcanzaron la cifra más alta de la historia, llegando a pagarse el litro de diésel a una media de 1,33 euros por cada litro. Sin embargo, por otro lado, los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Industria indican que en la provincia de Cádiz el precio medio de este tipo de carburante (el más utilizado por los conductores) roza por apenas unos céntimos la cifra de los 0,80 euros, un dato que no se repetía desde hacía casi cinco años.

Por tanto, el coste por litro de gasóleo ha bajado casi un 40% en apenas seis meses, y llenar el depósito de un vehículo medio -de 50 litros de capacidad- cuesta unos 26 euros menos que en el pasado verano.

La ventaja de la gasolina

Además de los precios récords, durante el año se ha producido igualmente un fenómeno inaudito e igualmente histórico, como es el hecho de que repostar gasolina resulte más barato que utilizar el gasóleo, más extendido precisamente por su rendimiento más eficiente y ventajoso precio con respecto al carburante súper.

La diferencia resultaba de apenas unos céntimos, aunque éstos redundaban inevitablemente en el consumo. También los propietarios de vehículos con motores de gasolina (especialmente la súper sin plomo de 95 octanos) se han visto beneficiados por las bajadas del carburante, y han podido percibir cómo el dinero invertido en carburante cunde ahora más.

En su caso, el precio de la gasolina de 95 octanos se ha mantenido (y aún lo hace) por debajo del nivel del diésel y también ha percibido importantes bajadas después del verano: el abaratamiento en porcentajes ha sido de un 37% en los últimos seis meses, pasando de costar una media de 1,27 euros cada litro en el mes de julio, a cifras que oscilan entre los 81 y 80 céntimos de euro a fecha de hoy, aunque el precio depende finalmente de las estaciones de servicio.

Cuando de llenar el depósito se habla, el cruce de cifras en el caso de la gasolina de 95 octanos (que también es la más utilizada) resulta también ventajoso, aunque ligeramente menos abultado que en el caso del diésel, ya que para un coche con un tanque de 50 litros el recorte de 47 céntimos por cada litro se traduce en aproximadamente 23 euros menos con respecto al pasado mes de julio, cuando la frase «lleno por favor», costaba 63,5 euros. Hoy día, con 40 euros sobra.

El origen de estos descensos hay que buscarlos, evidentemente, en la tendencia a la baja experimentada por el precio del barril de petróleo de referencia, el de Brent, ante el temor a que la recesión económica redujese más si cabe el consumo de carburantes. En diciembre, el barril cotizó en la Bolsa de Londres a 40 euros.

Para evitar esta tendencia, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha restringido la producción más de cuatro millones de barriles en los cuatro últimos meses, y anunció en diciembre una nueva reducción en enero. Sin embargo, la repercusión de estas bajadas no es inmediata, por lo que no es aventurado pensar que las bajadas de precios sigan en caída libre. «A nivel mundial se ha desplomado la demanda en invierno, y se espera que baje más aún en primavera y verano», vaticina desde Cádiz Ángel Zamorano, presidente de los propietarios de estaciones de servicio en la provincia, que reconoce que «todo esto es teoría, y luego en la práctica puede cambiar».

Baja la demanda

Aunque el consumo de carburante en las gasolineras ha aumentado «un poco más» gracias al abaratamiento de los precios, según Zamorano la demanda de carburante sigue descendiendo, ya que muchos camioneros (los principales clientes de las gasolineras) han dejado de circular debido a la crisis económica y, sobre todo, a la crisis del ladrillo. «Ha caído casi un 50% del número de camiones», afirma Ángel Zamorano.

La pérdida de la demanda afecta a las economías de las estaciones de servicios mucho más que la bajada de precios, ya que las gasolineras cobran a comisión, con un precio fijado por cada litro vendido que se negocia cada año.

Comparar precios

A la hora de coger la manguera, las asociaciones de consumidores recuerdan la importancia de comparar tarifas y elegir las gasolineras con precios más asequibles. En la provincia de Cádiz, de hecho, existen diferencias de hasta cinco céntimos entre estaciones de servicios. Además, los expertos recuerdan que una conducción eficiente puede permitir un ahorro de combustible de hasta el 15%, con prácticas sencillas como cerrar las ventanillas, reducir la velocidad, evitar cargas innecesarias o mantener una correcta presión en las ruedas.