La Policía busca a los tres etarras que pusieron la bomba en la sede de la EITB
Los autores podrían ser huidos de parte del 'comando Vizcaya', desmantelado el pasado mes de julio por la Guardia Civil
Actualizado:Las fuerzas de seguridad buscan a los tres etarras que colocaron la bomba contra la sede de la radio y televisión vascas (EITB), un atentado con el que ETA aumenta la presión contra el PNV. Aunque la banda terrorista no ha atentado directamente contra el partido dirigido por Íñigo Urkullu, sí lo ha hecho de manera 'indirecta', sobre todo, con sus ataques a la Ertzaintza y asesinando el pasado 3 de diciembre al empresario Inaxio Uria, vinculado al nacionalismo.
La organización eligió el miércoles otro objetivo simbólico: la sede de la televisión autonómica EITB, dirigida desde su nacimiento por el PNV. La documentación incautada en mayo al dirigente etarra Xabier López Peña, 'Thierry', demostró que la propia sede atacada el día de Nochevieja estaba entre sus objetivos prioritarios.
Urkullu, advirtió ayer a ETA de que su partido «no se va a quedar callado» tras el atentado del miércoles, cuya película comenzó a desarrollarse alrededor de las 08.20 horas en la localidad de Arrigorriaga, limítrofe con Bilbao. Tras apoderarse de una furgoneta en la que cargaron el artefacto explosivo, los tres terroristas trasladaron el vehículo hasta las instalaciones donde se encuentra la EITB y otros medios de comunicación, como Antena 3,'Deia' o 'El Mundo'. Las cámaras de seguridad de la radio televisión pública vasca captaron cómo, alrededor de las 9.00 horas, uno de los activistas aparcaba el vehículo en uno de los laterales del edificio ocupando una plaza reservada para minusválidos.
A las 10.00 horas la banda llamaba por teléfono a los bomberos de Bilbao -cuya central y la de la Policía Municipal están ubicadas a escasos metros del lugar del atentado- para avisar de la colocación de la bomba, que estallaría entre las 10.45 y las 11.00 horas. El comunicante utilizó para llamar el móvil sustraído al conductor del coche robado.
Confirmada la veracidad del aviso, la Ertzaintza comenzó a desalojar los edificios y alertar a los vecinos de que permaneciesen en sus casas. La cercana estación de autobuses Termibús fue cerrada y no recuperó la normalidad hasta pasadas varias horas. La avenida Sabino Arana, el principal acceso a la capital vizcaína, permaneció cortado cerca de media hora. Los agentes tuvieron que detener el paso del tranvía. La boca de metro más cercana fue bloqueada. El nerviosismo también llegó al hospital de Basurto, situado a escasos metros de la sede de la EITB. La zona de farmacia fue desalojada y varios pacientes ingresados en el pabellón Revilla tuvieron que ser reubicados en las habitaciones más alejadas del lugar donde estaba aparcada la furgoneta bomba.
'Talde' de huidos
El artefacto -compuesto por 100 kilos de explosivos colocados en una olla industrial- estalló a las 11.05. La onda expansiva destrozó la fachada acristalada del edificio. Sin embargo, según confirmó ayer el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, la estructura aguantó bien. Las oficinas más dañadas fueron las de EITB y las de Antena 3. Los equipos de limpieza recogieron cerca de cinco toneladas de escombros. No se recuperará la normalidad hasta dentro de dos meses y medio, cuando estén colocadas las vidrieras. Hasta ese momento se pondrán, provisionalmente, tablones de madera. Al menos una persona tuvo que ser atendida con problemas en los oídos.
Para cuando la bomba había estallado, los etarras se habían dado a la fuga. La forma en que lo hicieron ha sorprendido a los expertos antiterroristas. Los activistas robaron a punta de pistola otra furgoneta en el barrio de Olabeaga, a escasos dos minutos andando del lugar del atentado. Los especialistas intentan averiguar por qué los miembros del comando se arriesgaron a realizar esta acción cuando podían haber escapado tranquilamente en metro, tranvía o incluso andando.
Las fuerzas de seguridad creen que los miembros de este 'talde' serían los huidos del dispositivo desarrollado por la Guardia Civil que en julio permitió la desarticulación de parte del 'comando Vizcaya'. Aquella operación acabó con la captura de una decena de activistas, entre ellos, su máximo responsable, Arkaitz Goikoetxea. Asimismo, se desbarataron varios atentados y se descubrieron diversos zulos que los etarras tenían escondidos en las proximidades de la localidad riojana de Ezcaray. Sin embargo, ETA mantuvo en Vizcaya parte de su estructura activa. Y el miércoles reapareció.