La quema de contenedores y coches empaña la celebración de la Nochevieja

Hay cien mil formas de celebrar la entrada del nuevo año aunque, por desgracia, algunos vándalos de la provincia de Cádiz eligen cada 31 de diciembre recibirlo de la manera más salvaje: incendiar coches y contenedores parece haberse convertido en un estilo de dar la bienvenida al año nuevo cada vez más extendido, a juzgar por el número de incidentes de este tipo que los bomberos tuvieron que sofocar en la primera noche del 2009.

Ciertamente, ciudad por ciudad, los incidentes parecen puntuales, pero en el conjunto de la provincia llama la atención cómo en una misma noche se han provocado más de media docena de incendios de papeleras y cubos de basura, en ciudades como Cádiz, Jerez, El Puerto, Medina o Chiclana; además de tres vehículos que quedaron chamuscados de manera nada fortuita: uno de ellos en el barrio de la Florida en El Puerto (donde, además, aparecieron muebles viejos también calcinados), otro en Chiclana (a las 7.40 horas de ayer) y otro más en Algeciras. El pasado mes de noviembre, en Jerez, la quema de coches se convirtió también en un problemático divertimento de un grupo de gamberros que en una madrugada generó hasta 11 quemas de coches.

Una noche «tranquila»

De hecho, fuentes del cuerpo de bomberos consideraban ayer que la noche del 31 al 1 de enero fue relativamente «tranquila», al menos para un día de tanto movimiento nocturno, ya que a pesar del alto número de incidentes incendiarios, no hubo que lamentar grandes fuegos ni propagaciones importantes: por suerte, los coches incendiados no estaban rodeados de otros vehículos.

Aparte de estos incidentes provocados, la primera noche del año en la provincia también fue testigo de varios fuegos que sí pueden considerarse fortuitos, y que alertaron igualmente la tranquilidad de la noche al cuerpo de bomberos provincial: el más destacado se generó en un chalé de Medina Sidonia cuyos habitantes habían olvidado encendida la estufa de una mesa camilla, cuyo fuego se extendió por todo el salón, calcinando muebles y cortinas y provocando una gran humareda. El incendio comenzó alrededor de las tres de la madrugada del nuevo año, aunque fue controlado y extinguido en una hora por efectivos del parque de bomberos de la ciudad. Al estar la vivienda vacía, no hubo que lamentar daños personales, aunque no evitó un gran susto entre los vecinos.

Fuegos fortuitos

También esa noche, justo cuando las campanadas daban paso al nuevo año, bomberos del parque de El Puerto se afanaban en apagar otro incendio generado en una vivienda, aunque en este caso estaba abandonada y las llamas quemaron palos y materiales de obra.

En esta resaca de incendios, un nuevo fuego no intencionado tuvo lugar en la tarde de ayer en otra vivienda, esta vez de Jerez, en el que tampoco ha habido víctimas. El suceso se produjo en el número 16 de la calle Picadueña Baja, en una vivienda unifamiliar de una planta, según un comunicado de el Consorcio de Bomberos de la Provincia. Las causas del incendio aún eran ayer desconocidas. El fuego se propagó por varias habitaciones y el humo llegó a viviendas cercanas.

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