CRÍTICA DE TV

Última página

Está escribiendo el periodismo su última página? La crisis de transformación del media a la era digital, unida a la crisis financiera y económica, está dejando el oficio al pie de los caballos. Bajo la bella luz del sol de invierno que ilumina la Casa de Canónigos de Brihuega, me entrego a estas reflexiones con Manu Leguineche, maestro de tantas guerras en los campos de batalla y en el periodístico, abanderado de la última trinchera del periodismo de verdad. Otra guerra, otra crisis. Pero como ésta, no hemos tenido otra igual. El papel prensa empieza a ser reliquia.

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El ansia por vender engendra un pseudoperiodismo. La publicidad flaquea. La tele y la radio también están en alerta. ¿Hasta dónde llegará la transformación provocada por Internet y la era digital? Sin duda, el panorama de los medios será otro. Están en una rapidísima evolución que la crisis económica acelerará aún más. Pero ésta no tiene porque ser la crisis del periodismo, cuyo desafío es mantener el compromiso de buscar y contar los hechos a los ciudadanos. El periodismo como arte de comunicar ni puede ni debe estar en peligro, porque estarían en peligro la democracia y la libertad. ¿Será que está en peligro su arte, la sabia utilización de los medios para contar la verdad? Estaríamos entonces ante una crisis más, de falta de solvencia profesional, de creatividad, de adecuación del mensaje a los nuevos medios. Medio y mensaje se igualan según MacLuham, o se devoran para imponer una u otra cara de su metáfora de la comunicación.

La obra de Leguineche o los artículos de la reciente premio Cerecedo de la Asociación de Periodistas Europeos, Bárbara Probst Solomon, son un buen ejemplo para mantener el arte del periodismo vivo y en alto. En el año de Obama y de las crisis internacionales, recurro a dos sabios de esto, Manu y Bárbara, para asegurarme de que tenemos padrinos de peso para salvaguardar el oficio. Lecturas de cabecera -en el medio que se quiera- para iluminar el oscuro y proceloso camino que los medios y el periodismo están transitando. Tranquilos. No habrá última página. Lo mejor está por llegar.