El SIP amenaza con convocar una huelga a la japonesa después de las fiestas

El SIP ataca de nuevo. Aunque esto pudiera asemejarse al título de una película, nada hay más cercano a la realidad: el Sindicato Independiente de la Policía amenazó con dar guerra y lo está cumpliendo a rajatabla. Si la semana pasada la cúpula directiva de la organización convocó una huelga de «multas caídas», en esta ocasión los militantes apuestan por todo lo contrario y declaran abiertamente su intención de llevar a término una huelga a la japonesa, si la delegada de Seguridad, María del Carmen Martínez, no satisface sus demandas en un corto espacio de tiempo.

De poco sirvió el acercamiento de hace unos días entre ambas partes, por el que la edil se comprometió a consensuar con la plantilla el destino íntegro de esa partida presupuestaria de 470.000 euros con la que cuenta el área. De hecho, en una asamblea celebrada ayer y a la que asistieron unos 75 funcionarios, el sindicato sentenció que le darían un ultimátum a Martínez. «Mañana (por hoy) le vamos a pedir una reunión urgente para que nos presente un calendario y una batería de medidas concretas. Si no, retomaremos las medidas de presión a partir del 7 de enero, aunque esta vez con mayor fuerza».

Estas medidas no sólo se limitarán a la huelga a la japonesa, por la que los agentes seguirían a rajatabla el reglamento y podrían multar de forma masiva, sino también a concentraciones diversas y al boicot de todos los actos en los que apareciera la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez. Así, la primera regidora tampoco escapa a las críticas del SIP, que no le perdona el hecho de que ofreciera al antiguo dirigente sindical el cargo de director del área de Seguridad, con la intención, según el propio sindicato, «de llevarlo a su terreno».

Este fue el motivo por el que la cúpula directiva se planteó rechazar el convenio municipal, aunque ayer finalmente los afiliados decidieron adherirse al mismo, porque « sería como dar un paso atrás y no queremos perjudicar al resto de los funcionarios». Sin embargo, el pasado domingo se produjo la gota que colmó el vaso, ya que el SIP asegura que la jefatura de la Policía Local dio la orden de sancionar a todos los vehículos que estuvieran estacionados encima del acerado de Juvelandia.

Malestar generalizado

«Todos estamos muy molestos, porque quisieron que multáramos a los padres que llevaban a los niños a Juvelandia para mitigar la huelga de multas caídas y la jefatura pretendía ahora que multásemos a diestro y siniestro». Algo que sí podría ocurrir si se convoca la huelga a la japonesa, con el perjuicio que ello conllevaría para los ciudadanos.

«Está claro que esto supondrá un perjuicio para los ciudadanos, que al final son siempre los que pagan las consecuencias de todo lo que ocurre. Pero también será un descrédito para el político, y eso es lo que realmente les duele a ellos». El culebrón, por tanto, tiene visos de continuar al menos durante el primer mes del próximo año.