Otra oportunidad para Rocío Cortés
Actualizado: Guardarn este año al que le quedan pocos retales que cortar, ha regresado a los pasillos de la Audiencia Provincial el debate sobre la conveniencia de los jurados populares, asociados de por vida a la imagen que exportan los norteamericanos de su sistema judicial. Este guiño a la ciudadanía, en la que se deposita una tarea de juzgar que otros aprenden a base de años de formación, tuvo un momento para grabar en los últimos doce meses: las lágrimas de Rocío Cortés al oir el veredicto de culpabilidad contra el acusado de haber matado a su abuela en un partidito de La Viña. Otro jurado decidió todo lo contrario en 2002, pero el abogado de esta gaditana consiguió que se anulara ese primer fallo. Para Rocío, la guerra aún no está ganada porque el TSJA aún no se ha pronunciado sobre el recurso que interpuso la defensa del procesado.