8 detalles a pie de oficina
Los trabajadores del antiguo INEM y del SAE destacan los aspectos que hacen más grave la recesión
Actualizado:1 Parados nunca vistos en la cola
Cuando se habla de que la situación económica actual es de las peores que se han vivido suena a exageración. A pie de oficina del INEM (tanto desde el mostrador del SAE como desde el que otorga las prestaciones) se apunta que ahora se están dando detalles que no se habían producido en décadas. De hecho, aparecen a pedir la prestación por desempleo personas «a las que no veíamos desde hace más de diez años», relata uno de los funcionarios de la sede de Avenida de Portugal, en la capital.
2 Arquitectos, ingenieros y cualificados
El parado medio gaditano es una persona de unos 35 años que demanda un empleo no cualificado. Es la media, claro. El problema es que en estos últimos días de 2008 se están apuntando como demandantes de empleo arquitectos, ingenieros, especialistas y profesionales nada habituales a las colas del paro y a pedir una ayuda. Los despidos y los recortes de plantilla se están extendiendo.
3 Repaso continuo de los perfiles
Por lo general, casi nadie se preocupa de actualizar los perfiles que el SAE hace del demandante cuando se queda sin trabajo. Cursos, idiomas, formación... Son detalles a tener en cuenta y hacen subir al demandante varios puestos en la lista en cuanto salta una posibilidad de trabajo. De un tiempo a esta parte, las oficinas del SAE han recuperado a muchos de esos que no iban a actualizar sus perfiles. O que no lo habían hecho nunca.
4 ¿Qué hay de mi ayuda prometida?
El Servicio Público Estatal de Empleo no sólo tramita las prestaciones por desempleo, sino que también todas las ayudas estatales, por mucho que éstas puedan parecer más una cosa de los servicios sociales. Cádiz es la provincia de España con mayor número de parados sin empleo anterior (30.131 en noviembre), por delante de Sevilla, Madrid o Barcelona. La razón es que, para acceder a varias de las subvenciones especiales, hay que estar dado de alta en el sistema de protección. «Muchas mujeres mayores vienen por aquí a ver si pillan algo», apunta uno de los empleados.
5 Cuidado con los periodos sin cotizar
Otra de las consecuencias de los tiempos de boom económico: muchos de los trabajos que genera no son del todo legales. Por las oficinas de empleo es todo un clásico el ex empleado que reclama una prestación muy por encima de lo que le corresponde. «Pero si he estado trabajando diez años», dice «Sí, lo que pasa es que sólo has cotizado por dos», le contestan. Y con esas condiciones no hay tanto paro como se esperaba
6 La formación como única escapatoria
Las mesas de ofertas del SAE viven tiempos muy calmados. Desde estos ordenadores se tramitan los empleos que las empresas puedan ofrecer al servicio andaluz y éste a sus demandantes. Hace meses que no llega nada. O casi nada: las únicas posibilidades de encontrar un puesto ahora mismo pasan por presentar un currículum de profesor o mediador social que pueda alimentar la única vía laboral con vida. Que es la de formación de parados o la de orientador a parados. El sistema se retroalimenta.
7 Cualquier cosa me valdrá
La demanda de empleo no está para exquisiteces. Si antes un parado aspiraba a contar con un buena nómina en un sector que le gustara, las peticiones de estos días han bajado el listón. «Póngame cualquier cosa», le dicen a los funcionarios cuando se les pregunta por la actividad en la que están interesados. La fórmula no es tan válida porque eso supone que se acumulan las peticiones en unos pocos trabajos.
8 Aún nos podemos ir a la mar
Y no obstante todo lo anterior, todavía quedan una serie de plazas sin cubrir. El catálogo de ocupaciones de difícil cobertura del Ministerio de Trabajo recoge en cada análisis que realiza una demanda sin cubrir de todos esos empleos relacionados con la marina mercante o turística: operarios de máquinas, caldereros, camareros de cubierta, cocineros de barco... Otra cosa son las condiciones de todos estos empleos y lo que suponen de alejamiento del hogar.