La ventaja también llegó al banquillo americano

tra de las quejas comunes durante el torneo se refería al abuso que los Bryant y compañía hacían de las manos para defender. En muchos casos cometían infracciones que no se transformaban en personales por la indulgencia de los árbitros. Teniendo en cuenta la corpulencia y musculatura de LeBron James, Dwight Howard o Dwyane Wade, frente a los livianos Ricky Rubio o Juan Carlos Navarro, la ventaja concedida a los americanos era flagrante. Al igual que los gestos y actitudes desafiantes del banquillo norteamericano, que no tenían consecuencia alguna. Por el contrario, España fue sancionada con dos técnicas en los instantes finales del partido que desvirtuaron el marcador e impidieron someter a una presión mayor a los jugadores de la NBA, cada vez más nerviosos ante el empuje de los españoles.