'URBI ET ORBI'. Bendición de Benedicto XVI desde la Basílica de San Pedro. / EFE
Sociedad

El Papa llama a combatir los abusos contra los niños en todo el mundo

Benedicto XVI apeló a la solidaridad ante la crisis en el discurso de Navidad 60.000 fieles recibieron su bendición

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Los derechos de la infancia, la recesión económica mundial, los conflictos de Oriente Medio, del Congo, Sudán, Somalia y otros estallidos bélicos En su tradicional mensaje de Navidad desde el balcón central de la basílica de San Pedro, Benedicto XVI se refirió a algunas de las numerosas crisis, económicas y sociales que aquejan al mundo y que cobran mayor relevancia en estas fiestas. Con especial énfasis, como hiciera la víspera durante la Misa del Gallo, el Papa llamó a instituciones y sociedades a combatir todas las formas «abominables de abuso» contra los más vulnerables, los niños. Citó entre ellas la pornografía infantil, la utilización de los menores como soldados, guerrilleros o sicarios, y los niños de la calle.

Benedicto XVI pidió solidaridad para superar la crisis económica mundial. Solidaridad entre países y entre personas. Sólo así -dijo- se superará este tiempo de zozobra. «Si cada uno piensa sólo en sus propios intereses, el mundo sólo puede ir a la ruina», recalcó.

El pontífice repasó buena parte de la geografía bélica del planeta. Aludió a Oriente Medio e Irak. Para esta región pidió que «la luz divina de Belén»haga fructificar los esfuerzos de «quienes no se resignan a la lógica perversa del enfrentamiento y prefieren la vía del diálogo y la negociación para resolver las tensiones internas» en la búsqueda de soluciones «justas y duraderas».

También tuvo palabras para los habitantes de Zimbabwe, «atrapados durante demasiado tiempo por la tenaza de una crisis política y social que sigue agravándose»; para los «atormentados» moradores de la región de Kivu, en el Congo, los de Darfur (Sudán) y de Somalia.

Viaje a Oriente Medio

El Obispo de Roma decepcionó las expectativas de quienes esperaban este jueves una confirmación de su probable viaje a Tierra Santa (Jordania, Israel y los territorios palestinos) en mayo de 2009, anunciado el martes por el patriarca latino de Jerusalén tras una información oficiosa de la presidencia israelí.

Por el contrario, Benedicto XVI resaltó que «el horizonte parece haberse vuelto sombrío para los israelíes y los palestinos» tras el vencimiento de la tregua entre el Estado hebreo y el movimiento islamista Hamas y las amenazas de represalias del gobierno israelí ante los disparos de cohetes contra su territorio desde la franja de Gaza. En Navidad de 2006 el Papa ya expresó públicamente el deseo de ir a Tierra Santa en un mensaje a los cristianos de Oriente Medio. Sin embargo, hasta hace poco, el Vaticano supeditaba ese viaje a un aplacamiento de la tensión en la región.

Benedicto XVI enumeró los males que afligen a la humanidad cuando falta «lo necesario para sobrevivir»: la ofensa a la dignidad y a los derechos del hombre, la preponderancia de los «egoísmos personales» sobre el «bien común», las luchas fratricidas, la «explotación del hombre por el hombre», el terrorismo y la miseria. Al término de su mensaje el Papa deseó una feliz Navidad al mundo entero en 64 idiomas, entre los que por primera vez se encontró el islandés.

Pese al tiempo desapacible reinante en la capital italiana, unos 60.000 romanos y turistas recibieron en la plaza de San Pedro la felicitación papal y la tradicional bendición final en latín.